Conocé cómo se trabajó respecto a Trastornos del Espectro Autista en época de pandemia
El jefe del Servicio de Modulación y Desarrollo Infantil del hospital Avellaneda, doctor Juan Pablo Molina, brindó detalles acerca del trabajo que el Sistema viene realizando respecto al abordaje de autismo en época de pandemia
Al respecto el profesional comentó que desde el mes de marzo, cuando se decretó la cuarentena más estricta, el servicio a su cargo cambió la modalidad de atención hacia Telemedicina y sostuvo que la implementación, al tratarse de algo desconocido para el equipo de trabajo, planteó sus desafíos.
“Tuvimos que analizar cómo realizar estas consultas por computadora. Muchas veces se necesita de la observación directa y en interacción con los niños, de test específicos que ayudan a definir qué tipo de habilidades tienen en la comunicación, en la socialización y en el juego, por eso en un principio solo convocábamos a pacientes seleccionados y el resto de las consultas se resolvían a través de Telemedicina”, contó Molina al tiempo que destacó finalmente se logró resolver en gran parte por vía remota la orientación a las familias que estaban en espera de un diagnóstico o con alguna duda sobre el neurodesarrollo de sus hijos. |
Siguiendo esta línea el referente contó que durante este periodo un grupo de madres manifestó que durante la cuarentena y el aislamiento muchos de los chicos con diagnóstico de Trastornos del Espectro Autista presentaban problemas de conducta, dificultades en el sueño o para elaborar, por ejemplo, el duelo de algún familiar fallecido y en ese sentido dijo se priorizó brindar respuestas a través del área de psicología del servicio.
“La idea fue acompañar y orientar a esas familias. Esto tuvo lugar más específicamente en la etapa en que se estableció la circulación comunitaria y hubo un brote de casos, mayor cantidad de fallecidos y tuvimos niños en particular que atravesaron algunas situaciones bastante complejas en cuanto a trastornos de conducta o de ansiedad asociados, dificultades para establecer rutinas dentro del hogar, para conciliar el sueño o para despertar y eso responde en gran parte a la pérdida de las rutinas específicas que seguían antes de que se sucediera este contexto”, dijo.
La falta de un horario fijo o estable para acostarse y el uso incrementado y a veces desmedido de pantallas, puntualizó el profesional, fueron en gran parte causantes de una desregularización de la conducta de los niños. “Muchos padres estaban además sobrepasados, algunos viven en condiciones de hacinamiento incluso y eso hace que sea tanto más difícil poder asignarle a los niños una actividad que puedan seguir y sostener. Aun así la respuesta fue realmente buena, la experiencia fue muy positiva porque en muchos casos había consultas que no eran estrictamente para el servicio y se las pudo orientar a otros servicios que también mantuvieron la modalidad de Telemedicina”, contó Molina.
Respecto a la modalidad de trabajo actual el referente sostuvo que se encuentran retomando la actividad presencial esta semana, considerando la baja de casos, y que el servicio tiene turnos pendientes a raíz de consultas que se hicieron a través de Telemedicina, en las cuáles se detectaron casos para los que se propuso una orientación a padres para que empiecen algún tipo de tratamiento con pautas claras de cómo estimular a sus hijos, pero que necesitan de una evaluación presencial para definir un diagnóstico y tratamiento específico.
“Vamos a ir citando por vía telefónica a cada uno de esos pacientes y a aquellos que se vayan anotando para un nuevo turno les realizaremos inicialmente una entrevista vía Telemedicina, ya que la idea es mantener esa modalidad para las entrevistas de inicio, cuando se hace el primer contacto con el paciente y sus padres y luego valorando el caso, citar para la consulta presencial con todos los protocolos y los cuidados necesarios para resguardar la seguridad de la familia como del personal”, agregó. |
Finalmente el especialista destacó la colaboración y el involucramiento de los padres en este proceso virtual, lo cual coincide con el enfoque presencial que en muchos casos prioriza brindarle herramientas a los padres, orientaciones concretas para trabajar en casa y potenciar el poder y la importancia que tienen dentro del tratamiento.