Consumo de bebidas energizantes: Conocé en qué casos está indicado y en cuáles no
El miembro del staff del servicio de Nutrición del hospital Padilla, licenciado en nutrición Nicolás López Asís, se refirió al impacto que tiene este tipo de bebida en quienes la consumen sin necesidad de hacerlo.
Las bebidas normalmente conocidas como energéticas se califican en dos grupos, las isotónicas -que contienen de un 6 a un 8 por ciento de glucosa y cuya finalidad es la rehidratación especialmente orientada al deportista que practica deportes de resistencia que superan la hora y media en actividad- y las hipertónicas que son las vulgarmente conocidas como energizantes o energéticas.
“Estas últimas en poco volumen de agua tienen mucho contenido de soluto: Cafeína, cloro, sodio y glucosa concentrados, que ante un consumo crónico o exagerado pueden generar deshidratación a causa de diarrea osmótica. Las bebidas energéticas pueden consumirse en el momento del pre-entreno de una actividad muy intensa que pueda requerir de suplemento con cafeína, pero de no ser así su consumo es innecesario”, explicó.
En el caso de personas que se encuentran o sienten muy cansadas o agotadas y que están por realizar una actividad de esfuerzo o que requiera de estado de alerta que quizás demande de un activador del sistema nervioso, la bebida energizante podría consumirse excepcionalmente dentro de la media hora a cuarenta minutos previos: “La idea es no malacostumbrarse a este consumo ni tomarlo crónicamente o porque sí”, aclaró.
“El consumo de este tipo de bebidas energizantes o rehidratantes es aconsejable siempre y cuando el paciente o el atleta o deportista lo necesite, bajo la indicación de un profesional de la nutrición, no porque sean de venta libre implica que puedan ser de consumo libre”, concluyó.