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Cuándo y porqué es importante realizar un control cardíaco en los niños

La cardióloga pediatra del hospital del Niño Jesús, doctora María Alejandra Segovia, expone cómo cuidar la salud cardíaca de los chicos, en qué momento es oportuno realizar un chequeo, y recuerda que la actividad física y la alimentación saludable son aliadas para evitar problemas al corazón.

“Generalmente es el pediatra quien deriva el paciente al cardiólogo, porque nosotros no hacemos una especialidad que reciba consulta espontánea. Los motivos de derivación más frecuentes pueden ser: la auscultación de un soplo cardíaco cuando el médico lo revisa, o por algún cambio de coloración en la mucosa del bebé de un color azul (cianótico), o cuando en las neonatologías ahora se hace una prueba de oximetría y se presenta una disminución de la saturación con respecto a la normalidad”, manifiesta la profesional.

En este último caso, cuando los neonatólogos observan que el bebé satura por debajo del 95 por ciento (que es lo normal), lo derivan al área de Cardiología para descartar que ese paciente no tenga una cardiopatía congénita. Los pequeños con más riesgos son los menores de un mes.

“Si el bebé pasó el mes y está muy bien, se hace los controles periódicos con el pediatra en el CAPS o consultorio. Si el médico ausculta un soplo o si hay alguna alteración en el aumento de peso del bebé, el pediatra hace la derivación correspondiente”, sostiene Segovia.

Y agrega: “Luego, cuando el paciente ya tiene entre dos y tres años, a veces los pediatras los derivan para un chequeo de rutina; se está adoptando eso. Se le hace un electrocardiograma que es donde se registran el ritmo y la frecuencia cardíaca, se pueden detectar alteraciones, predisposición a arritmia, alternaciones que pueden indicar que tiene crecimiento anormal de alguna cavidad del corazón. Esto podría llevar a otros estudios más complejos”.

Por último, la especialista recuerda a los padres que para evitar problemas cardíacos y de otro tipo, es fundamental que los chicos lleven una vida saludable, practicando actividad física y comiendo sano. Para ello, afirma, no es necesario que los menores asistan a clubes o realicen tal o cual deporte, simplemente se puede fomentar estos hábitos saludables saliendo a caminar, andando en bici en las plazas o jugando al aire libre.