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El centro provincial de TEA sigue dando respuesta en Tucumán

El director del CEPANI, doctor Juan Pablo Molina, explicó las principales señales a las que deben estar atentos los padres y la necesidad de un abordaje temprano e integral. Estas acciones se realizan siguiendo los lineamientos del ministro de Salud Pública, doctor Luis Medina Ruiz, con el objetivo de fortalecer el diagnóstico temprano y la atención integral de niños con TEA.

En primer lugar, el especialista destacó la relevancia de conocer los signos de alerta del Trastorno del Espectro Autista (TEA) en los primeros años de vida: “Es fundamental que las familias presten atención a las pautas de comunicación e interacción del segundo año de vida. Si bien desde el primer año pueden observarse características importantes, como el contacto visual y la capacidad de interacción a través del juego, a partir del segundo año ya debe haber una intención clara de comunicarse”, explicó el doctor Molina.

A continuación, Molina destacó que existen ciertos comportamientos que podrían indicar la necesidad de consultar a un profesional, como la falta de respuesta al ser llamado, la ausencia de contacto visual sostenido, o el no desarrollar un lenguaje coherente dentro de su contexto. Además, señaló que es importante observar si el niño presenta conductas repetitivas o dificultades en la interacción, como evitar el contacto con otras personas o mostrar desinterés por el juego compartido.

Asimismo, resaltó la importancia de reconocer dificultades en el procesamiento sensorial como posibles indicadores del TEA: “Algunos niños pueden tener reacciones intensas ante ciertos sonidos, rechazar el corte de cabello o sentirse incómodos en reuniones familiares, lo que puede generar episodios de llanto o berrinches desproporcionados”, señaló el especialista.

Por otra parte, el director del CEPANI subrayó la necesidad de un abordaje temprano y un tratamiento que incluya a la familia. “Una vez realizado el diagnóstico, es clave diseñar una estrategia de intervención en la que los padres sean parte activa. No se trata solo del tratamiento del niño, sino de generar entornos adecuados y brindar herramientas a la familia para que pueda acompañar el proceso”, afirmó.

Finalmente, destacó la importancia de que el aprendizaje obtenido en la familia y en el tratamiento se mantenga a lo largo del tiempo para favorecer el desarrollo del niño. Subrayó que la constancia en el trabajo diario es clave para que los avances sean sostenibles, lo cual es esencial para su adaptación a la etapa escolar y su integración en diferentes contextos.