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Día Mundial de la Parálisis Cerebral

El 6 de octubre se celebra en el mundo el Día Mundial de la Parálisis Cerebral, una fecha dedicada a los pacientes con esta condición y a sus familias con el objetivo de visibilizar y reivindicar sus necesidades y darles el apoyo que necesitan.

La parálisis cerebral se define como un trastorno neuromotor no progresivo debido a una lesión o una anomalía en el desarrollo del cerebro del feto, del recién nacido o del lactante. Esto produce que el cerebro no pueda o tenga impedimentos en enviar los mensajes hacia los músculos, dificultando el movimiento de éstos. Además de los trastornos motores, también lleva asociados otros de tipo sensorial, perceptivo y psicológico. La parálisis cerebral no es progresiva, lo que significa que no se agravará cuando el niño sea más mayor, pero algunos problemas se pueden hacer más evidentes.

La neuróloga del hospital Eva Perón, doctora María Patricia Camdra, indicó que la parálisis cerebral es un término amplio que abarca a un grupo de síndromes de distintas causas, fundamentalmente se debe a una lesión cerebral y que afecta el tono muscular, lo motricidad y se puede asociar con distintas complicaciones.

“Hay causas modificables y no modificables. La causa más frecuente es la prematurez y otra es el bajo peso al nacer, donde este son factores no modificables y las modificables donde se pueden prevenir son por ejemplo: el alcoholismo, el tabaquismo, la obesidad materna, las infecciones durante el embarazo y el hipotiroidismo materno”, explicó Camdra.

En este sentido, la profesional manifestó que una vez que se tiene el diagnóstico se empiezan a hacer las terapias de rehabilitación que las realizan normalmente los pediatras que hacen el seguimiento de los niños y se los deriva oportunamente al neurólogo infantil cuando sea necesario.

A su vez explicó que la parálisis puede ser desde algo leve hasta algo severo que afecta completamente la motricidad y las funciones. Lo que más se afecta normalmente es el tono muscular, que es la mala contracción de los músculos en reposo cuando el tono esta aumentado lo que vemos es que el niño se encuentra más rígido de lo normal, es difícil movilizarlo, o puede pasar que el tono muscular este disminuido es decir que estén más blando de lo normal. También se puede ver que hay un retraso en las pautas madurativas, los niños empiezan a gatear, caminar y sentar más tarde. Además se los puede asociar con distintos cuadros como retraso mental, alteraciones de la conducta, del sueño, de la visión, de la audición, de la deglución, epilepsia, entre otros.

“Acá lo importante es que el seguimiento debe ser por un equipo multidisciplinario que incluye kinesiólogos, terapistas ocupacionales, psicólogos y debe abarcar a toda la familia fundamentalmente en la contención por los cambios y restricciones que implican, por lo que hay que informar y educar. Lo importante es el diagnóstico temprano para empezar lo antes posible, hacer una evaluación del grado y tener metas realistas para alcanzar el mayor potencial”, concluyó Camdra.