Día Mundial del Aire Puro
La titular de la Dirección General de Salud Ambiental, ingeniera Julieta Migliavacca, se refirió a la conmemoración instituida en la década de los 70 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el objetivo de concientizar a la población sobre la importancia de cuidar el aire que respiramos.
Esta labor apunta a la realización de un trabajo constante en el que se busca hacer hincapié especialmente en los tiempos actuales, donde los procesos de industrialización, la migración y concentración de gente en las ciudades, y el uso masivo de transportes con elevadas emisiones contaminantes, degradan de manera cada vez más notable la calidad del aire.
Muchos estudios avalan la importancia de respirar un aire puro y hay datos de las OMS que afirman que en los países subdesarrollados el aire posee una menor calidad que en los países desarrollados, ya sea por las tecnologías usadas o por los diferentes procesos de concientización de la población que influyen directamente en el bienestar de la comunidad.
Al respecto Migliavacca sostuvo que se estima que el 91 por ciento de la población mundial no respira un aire puro que cumpla con los requisitos que lo definen como tal y sí con un exceso de partículas en suspensión, dióxido de carbono, ozono y variedad de gases.
El aire que respiramos tiene distintos componentes: partículas en suspensión (según su tamaño se quedan retenidas en las mucosas de nariz, garganta, alveolos pulmonares, y hay algunas que atraviesan los pulmones y llegan a la circulación sanguínea. Cuando más fina es la partícula más puede atravesar, entonces un aire con muchas partículas finas en suspensión implica un factor de riesgo que predispone a enfermedades cardiacas o respiratorias).
Otro componente es el dióxido de carbono, presente por ejemplo en el gas de la combustión de los vehículos. En las ciudades hay cada vez mayores parques automotrices y si bien este gas no tiene grandes efectos nocivos para la salud, contribuye mucho al calentamiento global que sí tiene un impacto directo en la salud.
El ozono es otro y muchas concentraciones de este tienen efectos perjudiciales para la salud, siendo los primordiales la generación o agravamiento de alergias o asma. Gases como el nitrógeno, que por lo general también provienen de los vehículos- principalmente en los que tienen combustión tipo diésel- afectan también al sistema respiratorio. “Cuando más gases y partículas posea el aire que respiro, es más contaminado, por lo cual respiro un aire menos puro y soy más propenso a contraer enfermedades”, afirmó la directiva.
Desde salud, comentó Migliavacca, se trabaja fuertemente en los pilares de la sensibilización y concientización, a través de la realización de campañas y algunas actividades como capacitaciones masivas que tienen al cambio climático como eje temático de referencia.
“Desde nuestra área tratamos de concientizar a la población, informar acerca de la utilización de algunos productos químicos que generan menos gases, sobre distintos procesos de fabricación y la importancia de separar los residuos y reducir la cantidad de los mismos. Cada uno desde su lugar puede reducir el impacto de los gases emitidos a la atmosfera. La instalación de la pandemia es un ejemplo comprobado de cómo se favoreció el medio ambiente porque se redujo el tránsito vehicular y se restó el uso de algunas energías que emitían gases contaminantes”, dijo la ingeniera.
Actividades que podemos emprender para ayudar a cuidar nuestro medio ambiente
• Promover el uso de la energía solar
• Reducir o efectivizar el uso de recursos energéticos alternativos
• Tratar de no utilizar el vehículo, caminar o trasladarse en transporte público
• Desarrollar e incentivar una cultura y una educación verde, donde desde niños seamos educados con otra mirada para ser promotores de esta temática incluso en la comunidad de adultos.