Día Mundial del Asma: una enfermedad que se puede controlar
La Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra cada 1 de mayo el Día Mundial del Asma. Según los especialistas, es una ocasión para generar conciencia sobre esta enfermedad e informar sobre los cuidados que se deben tener para mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.
El asma es una enfermedad crónica caracterizada por ataques recurrentes de falta de aire y sibilancias, y afecta a personas de todas las edades. Es la patología más común entre los niños. En la actualidad, la OMS calcula que hay unos 235 millones de personas en el mundo con asma.
El jefe de la División de Salud Respiratoria, doctor Ernesto Wais, explica: “El encuadre de la patología obstructiva tiene el síndrome bronquial como enfermedad central, y dentro del conjunto de estas se encuentra el asma. Sin embargo, en nuestro encuadre poblacional hay una cantidad importante de pacientes que padecen de patologías obstructivas transitorias, características de países en desarrollo. En cambio, el asma presenta antecedentes hereditarios, marcadores inmunológicos y que seguirán siendo así toda la vida”.
Durante un ataque de asma, el revestimiento de los bronquios se inflama, lo que provoca un estrechamiento de las vías respiratorias y una disminución del flujo de aire que entra y sale de los pulmones. Los síntomas recurrentes causan con frecuencia insomnio, fatiga diurna, una disminución de la actividad y absentismo escolar y laboral. La tasa de letalidad del asma es relativamente baja en comparación con otras enfermedades crónicas; no obstante, en 2005 fallecieron 255 mil personas por esa causa.
El asma está presente en todos los países, independientemente de su grado de desarrollo. Más del 80% de las muertes por asma tienen lugar en países de ingresos bajos y medios bajos.
A menudo el asma no se diagnostica correctamente ni recibe el tratamiento adecuado, creando así una importante carga para los pacientes y sus familias, y pudiendo limitar la actividad del paciente durante toda su vida.
¿Cómo puede prevenirse? No hay una cura definitiva para el asma pero se pueden prevenir los ataques evitando las cosas que pueden originarlos, como:
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