El ACV pediátrico: más común de lo que se cree
El jefe del servicio de Neurocirugía de hospital del Niño Jesús, doctor Ricardo Miguel Auad, aclara que el accidente cerebrovascular no sólo afecta a la población adulta sino también a los niños. Cómo detectarlo.
“Cuando hablamos de población infantil nos referimos a personas desde los 28 días de vida y hasta los 15 o 16 años. En ella hay promedio de tres a seis chicos cada 100 mil, que pueden llegar a sufrir un ACV. Es una cifra que nos muestra que es mucho más común que un tumor cerebral durante la infancia, y está muy poco reconocido en pediatría”, sostiene el profesional.
Los bebés, niños y adolescentes pueden sufrir un ataque cerebrovascular, y muchas veces hay desconocimiento o poca información de la sociedad porque se cree que eso ocurre sólo en los adultos. “Teniendo en claro cuáles son los síntomas agudos y los medios complementarios de diagnóstico, podemos llegar a buen puerto con los pacientes”, comenta.
Asimismo aclara que lamentablemente, a diferencia de los mayores, para los infantes no existen medidas de prevención, como evitar el sedentarismo, eliminar el cigarrillo, hacer gimnasia, comer sano, cuidar la presión arterial.
Un accidente cerebrovascular puede detectarse en un niño debido a un fuerte dolor agudo de cabeza, vómitos, una crisis convulsiva, o rápida pérdida de conciencia, éstos son los síntomas más frecuentes.
“Cuando tenemos un chico que llega a la guardia y dice que le dolió la cabeza de golpe, vomitó o quedó inconsciente, lo primero que debemos descartar es que no haya sufrido un ACV. Es más común de lo que se cree”, agrega.
Por último, el especialista detalla que un ACV puede ser isquémico cuando una vena o arteria se tapa, o bien hemorrágico, cuando se rompe la misma. Los isquémicos son muy poco frecuentes en los menores, pero el hemorrágico, en su gran mayoría son por probables malformaciones de arterias venosas y/o aneurismas.