“El Estrabismo en niños es cada vez más frecuente y debe ser tratado a tiempo”
Así lo expresó el médico del servicio de Oftalmología del hospital Avellaneda, doctor Fernando Luis Vidal Sanz, en referencia a esta patología producida por una pérdida de alineación ocular, cuando los ojos no están alineados o cuando uno o ambos se desvían.
Al nacer, y durante los primeros meses de vida, es frecuente que aparezca cierto grado de desviación que puede ser normal, pero si esto ocurre de manera constante pasados los 6 ó 7 meses de edad, puede que se trate de un estrabismo, por lo que es importante acudir a una consulta temprana con un especialista en estrabismo infantil u oftalmólogo pediatra.
“El estrabismo no es una patología rara ni poco frecuente en los niños, y el problema grave surge cuando no se trata a tiempo, pudiendo dejar como secuela un ojo que no se desarrolle, generando un ojo ambliope o vago, como comúnmente se lo llama. Porque si uno apunta a un punto y el otro hacia un punto diferente, el cerebro se confunde y no sabe a qué ojo darle prioridad, entonces hay riesgo de que el cerebro anule la visión de uno, fortificando la del otro”, dijo Vidal.
El especialista contó además que existen varios tipos de estrabismos, entre los que mencionó el tipo convergente (ojo hacia adentro) y divergente (ojo hacia fuera), entre los diagnosticados en consulta; e insistió en la importancia de que los pacientes pediátricos sean atendidos a tiempo y no esperar hasta que el menor cumpla 12 años, cuando la visión ya completó su desarrollo.
“Al principio en los niños esta patología se trata con parches para desarrollar la visión del ojo que está empezando a quedar ambliope y el tratamiento para la corrección puede ser en algunos casos con la indicación de anteojos con prisma; y si esta herramienta no alcanza, se recomienda operar”, explicó
Los exámenes regulares de la vista son la mejor manera de detectar el estrabismo, y el diagnóstico y tratamiento temprano mejoran las probabilidades de un niño en alinear los ojos y desarrollar una buena vista y percepción de profundidad. Para consultas, efectores como el hospital Avellaneda y el hospital de niños cuentan con especialistas que podrán efectuar un diagnóstico preciso y llevar adelante un tratamiento adecuado para cada caso.