El hospital Avellaneda cuenta con un equipo especial para pacientes con diabetes gestacional
Generalmente el diagnóstico de esta patología se confirma en el segundo trimestre del embarazo. Si fuera positivo, el efector de salud pone a disposición de la madre un equipo interdisciplinario compuesto por obstetras, endocrinólogos, diabetólogos, nutricionistas, y psicólogos, para el tratamiento y seguimiento de la enfermedad.
Consultada al respecto, la doctora Silvina Mikael, endocrinóloga de adultos del hospital Nicolás Avellaneda, detalla: “La diabetes gestacional se define como una diabetes que aparece durante el embarazo. Consideramos que la paciente tiene diabetes del embarazo cuando se hace el diagnóstico con dos glucemias en ayunas por arriba de 100 o con una prueba de tolerancia oral donde el resultado a las dos horas nos da mayor a 140. Ese diagnóstico tiene que ser hecho en el segundo trimestre del embarazo, porque si el diagnostico aparece en el primer trimestre del embarazo es considerado una diabetes pre-gestacional, ósea una diabetes que tiene diagnosticada la paciente o quizá sin diagnóstico, anterior a su embarazo”.
Y añade: “Es muy importante el tratamiento de la diabetes durante el embarazo por las complicaciones que tiene la madre y el bebé. En este caso, cuando la madre no recibe el tratamiento adecuado, el bebé puede nacer con un peso de 4 kilos que no es saludable porque no tiene sus pulmones maduros. Es un recién nacido que a pesar de su peso va a nacer en forma prematura por su tamaño y que irá seguramente a neonatología, recibirá oxigeno porque sus pulmones no están en condiciones de respirar por sus propios medios”.
Respecto a este punto, la referente puntualiza que son varios casos los que atendieron en el hospital y que estos niños en su vida suelen estar predispuestos a tener sobrepeso y diabetes.
Dentro de los factores de riesgo que tiene la embarazada para contraer diabetes gestacional, se subrayan: ser mayor de 30 años, tener antecedentes familiares de diabetes (como padre, madre o abuelos diabéticos), y lo más relevante, si la paciente tiene sobrepeso.
“Es importante que el obstetra cuando realice los controles, tenga muy presente el valor de la glucemia y estas pruebas de tolerancia oral a la glucosa que se hacen a partir de la semana 24 de gestación y de rutina en todas las embarazadas. Y si vemos que la paciente presenta factores de riesgo importantes y una gran sospecha, la podemos adelantar a esa prueba antes de la semana 24. Cuando tenemos el diagnostico, es fundamental derivarla a un equipo especializado que cuente con obstetras que controlen embarazo de alto riesgo, con endocrinólogos, nutricionistas, psicólogos si fuera necesario también, porque el tratamiento va de la mano de una buena nutrición, un monitoreo estricto de su glucemia, y en algunos casos el tratamiento es con insulina” explica.
Cabe destacar que el hospital Avellaneda cuenta con este equipo especializado. Generalmente las pacientes llegan por vía del consultorio de obstetricia derivadas de los CAPS o bien por consulta espontanea. “Es vital captarlas lo antes posible. Aquí tenemos un sistema de hospital de día, donde internamos a la madre a la mañana, le realizamos todos los estudios correspondientes, y la paciente se va con la educación diabetológica al mediodía a su casa. Y realizamos el seguimiento que necesita para su embarazo”, finaliza.