El hospital Avellaneda homenajeó a las obstétricas en su día
En el marco del Día Nacional de la Obstetricia y Embarazada, el efector realizó un agasajo para las profesionales que cumplen una función muy importante en cuanto a la salud de las embarazadas, madres y recién nacidos. Durante la jornada también se llevó a cabo el festejo por del 5° aniversario de la Casa de Madres.
Al respecto, el director del efector, doctor Luis Medina Ruiz, comentó: “El partero está en un momento muy crítico de la salud y la vida de las personas cuando nacemos. La obstétrica está ahí acompañando con conocimiento y mucha calidad humana, como las parteras de nuestro hospital”.
Además, Medina Ruíz resaltó que el festejo del 5° aniversario de la Casa de Madres es importante porque hay una población que a veces no se conoce de niños que están internados en terapia intensiva neonatos o pediátricos, donde su familia está en muchas ocasiones lejanas y ese chico mientras atraviesa ese momento necesita cercanía de sus padres. “Las mamás tiene un lugar adecuado y toda la contención con enfermeras, trabajadora social y psicóloga”.
Dentro de la Casa de Madres se realizan talleres de costura, bordado, se enseña sobre los valores, los cuidados del niño y una serie de elementos que hacen que la mamá hasta el alta de su bebé se vaya con un plus.
A su vez, la licenciada Marta Monjes dijo que hoy es un día especial para todo el equipo y las obstétricas del mundo. “Realizamos la contención permanente a la mamá, su hijo y su familia. Es un modelo de atención que nos da muchas gratificaciones. Estar en ese momento tan especial de la vida, que es el nacer, deja huellas para toda la vida en ese niño que está por venir al mundo”.
El partero acompaña desde el primer momento que ingresa la paciente a la institución. La mujer embarazada que llega al efector en un momento tan especial de su vida es recibida por un obstétrico en el servicio admisión y desde allí es trasladada al lugar que corresponda.
Cabe destacar que se realizó un homenaje especial por su jubilación, a la enfermera Elvira Ramírez, quien trabajó muchos años en la Casa de Madres con las obstétricas y las embarazadas.
“Estoy muy contenta. Es algo que no me lo esperaba. La alegría más grande es que siempre fui muy querida y respetada. Hay cosas que te llegan y te hacen llorar. En esta profesión hay que ser muy dedicada con los pacientes, unos les brinda siempre apoyo psicológico. Todo esto que viví hoy, siento que me lo gané”, expresó Ramírez.
Finalmente, Medina Ruiz dijo que Elvira es una persona que estuvo trabajando en silencio, de forma humilde y que el hecho que se lo reconozcan sus compañeras, los directivos y los pacientes es muy bueno.