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El Hospital Padilla se posiciona como una de las pocas instituciones nacionales que salva vidas por medio de la autodonación de tejidos óseos

El servicio de Neurocirugía del Hospital Padilla, en conjunto con el Banco de Tejidos del efector, realizan un procedimiento rigurosamente protocolizado de autodonación de tejidos óseos a pacientes con traumatismos de cráneo, único en todo el norte del país.

Por medio de la intervención se extraen plaquetas autólogas para pacientes que se desplaquetaron a causa de traumas graves de cráneo o por alguna otra patología que lo requirió. Ese hueso que se extrae cumple toda una serie de pasos hasta que se dirige al Banco de Tejidos y después retorna para ser recolocado por el área de Neurocirugía. A lo largo de 2025 se realizaron cinco de este tipo de procedimientos, con buena evolución.

El jefe del servicio de Neurocirugía del Hospital Padilla, doctor Álvaro Campero, destacó ante todo en este contexto la lamentable situación de alta incidencia de accidentes de tránsito que provocan traumas de cráneo -en su mayoría por causa de accidentes de moto sin casco-: “Seguimos insistiendo en la importancia del uso de protección cuando se transita en moto. En un mes el servicio de neurocirugía debe sacar aproximadamente entre 6 y 8 mitades de cráneo en accidentes de moto o de otro tipo, pero generalmente son a causa de la falta de uso de este elemento tan importante”.

En cuanto al procedimiento Campero detalló que, ante un traumatismo de cráneo, se procura extraer el hueso debido a que el cerebro cuando se golpea se inflama, entonces se debe procurar generar el espacio para que las células que no murieron por el accidente puedan vivir y que el paciente pueda mejorar: “Por lo general, cuando se hace una craniectomía descompresiva, es decir cuando se saca una gran parte del cráneo para darle espacio al cerebro, se realiza por guardia y de la intervención participan el neurocirujano de guardia, los residentes de neurocirugía, equipo de instrumentación, de terapia intensiva, camilleros, enfermeros, entre otros actores”.

“Esto sin dudas demuestra el nivel científico y asistencial que tiene el Hospital Padilla. Estamos hablando de una intervención que en el interior del país se hace solamente en Tucumán y en muy pocos lugares en Buenos Aires, así que eso es un orgullo para el Hospital Padilla y para el Sistema Público de Tucumán”, definió.

El subjefe del servicio de Neurocirugía, doctor Juan Conrado Rivadeneira, se manifestó contento de poder poner en práctica lo que es fruto de muchos años de investigación y de trabajo. El paciente vuelve a recibir su propio hueso y esto no solo es sumamente beneficioso para él, sino que implica un significativo ahorro para el sistema en lo que atañe a fondos invertidos en prótesis.

“El 90% de estos cuadros es a causa de trauma de cráneo por accidente de tránsito, pero también puede ser por algún accidente cerebrovascular, un ACV isquémico ante el que necesitemos desplaquetar porque el cerebro se inflama o tiene alguna colección hemática, con lo cual necesitamos extraer una parte del cráneo que es rígida para que no comprima más estructuras vitales como el tronco cerebral. Hoy Tucumán está entre las pocas provincias del país que tienen esta herramienta y los profesionales que puedan ejecutarla”, aclaró al tiempo que enfatizó, al tratarse de casos que ingresan por urgencia, se destaca la coordinación con los equipos del Banco de Tejidos para la preparación de la plaqueta, que requiere de un minucioso proceso para permanecer vital para cuando el área de neurocirugía la necesite reimplantar en el paciente.

El director médico del Banco de Tejidos del Hospital Padilla, doctor Bruno Politi, hizo hincapié en el entrenamiento previo entre el Banco, quirófano y guardia, para poder aislar la plaqueta correctamente: “La misma se guarda en un equipo de refrigeración en la guardia y el Banco de Tejidos la busca, la pone en condiciones, hace una serie de estudios y se la trabaja en un quirófano que se llama Sala Blanca, donde hacemos la apertura de los tejidos. Esa plaqueta luego se aísla y se guarda hasta tener los resultados de los estudios realizados disponibles para cuando el equipo de neurocirugía la solicite para reimplantar al paciente”.

“Es imposible hacer esto sin la coordinación de todos los equipos. Es un proyecto que se inició como una idea hace varios años y que fue tomando madurez el año pasado; con apoyo institucional logramos sacarlo adelante, es un lindo proyecto que puede ayudar mucho a la gente, los equipos están comprometidos y se trabaja correctamente”, dijo.

La directora técnica del Banco de Tejidos del Hospital Padilla, doctora Mariana Prado, manifestó que una de las ventajas de la prestación que se ofrece en conjunto con el servicio de Neurocirugía es que el proceso se encuentra protocolizado en su totalidad, por lo que, a futuro, podrá replicarse también en otros servicios de neurocirugía del Sistema Provincial de Salud y del sector privado de la sanidad incluso: “De esta forma el Banco de Tejidos puede dar esta prestación a futuro para mejorar la calidad de vida de todos los pacientes, más allá de aquellos que ingresan solamente al sector público”.

Siguiendo la línea sobre la protocolización de los procesos, Prado resaltó que se registra hasta el último detalle y que se trabaja solo a partir del consentimiento informado de la familia del paciente para el guardado de esa plaqueta: “Todo está regido bajo un marco legal, por eso se ha hecho mucha investigación y armado de protocolos desde las muestras microbiológicas, los aspectos legales y todo el proceso que implica desde la obtención de la plaqueta, a su guardado a muy bajas temperaturas”.

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