El peligro del uso de laxantes para bajar de peso
El verano, el calor y la ropa ligera son los protagonistas de esta época, hace que muchas personas se obsesionen con perder peso de forma rápida y sin control, para conseguirlo, recurren al consumo de laxantes para adelgazar. Esta metodología puede poner en riesgo la salud.
Los laxantes son medicamentos que se consumen por vía oral o rectal, que sirven para acelerar los movimientos del intestino y facilitar la cantidad o frecuencia de las evacuaciones fecales. Consumir pastillas para adelgazar puede generar graves consecuencias como la incontinencia fecal, calambres en diferentes partes del cuerpo, somnolencia, fatiga, resequedad de boca, estreñimiento, cefaleas y malestar estomacal.
Según el doctor Daniel Lombardo, a cargo del servicio de Gastroenterología del hospital Padilla, la mayor parte de los laxantes se utilizan indiscriminadamente y sin conocimiento de su mecanismo de acción. “Muchos de ellos pueden llegar a hacer mucho daño porque actúan por irritación del intestino, de manera tal que luego es difícil ir de vientre cuando no se toma laxante, y a su vez responde menos y entran en un círculo del que es difícil salir”.
Lombardo resalta que el uso de laxante debe ser usado en casos específicos, como en la preparación de estudios endoscópicos o radiológicos o para tratamiento de pacientes que por alguna enfermedad de base de larga data. “Ellos tienen un mecanismo determinado de acción que les permite tolerarlos durante periodos prolongados de tiempo, a esos laxantes, sin que generen acostumbramiento. Lo mejor que se puede hacer es asistir al médico y es mucho más efectivo y preferible ir a la verdulería en vez de ir a la farmacia. Consumir mucha fibra es la forma natural para poder ir de vientre”.
Los médicos lo expresan que las personas que consumen con regularidad laxantes y diuréticos pensando erróneamente qué perderán peso más rápido, pueden tener problemas como:
- Trastornos e irritaciones estomacales, en el colon y el intestino.
- Diarrea excesiva: Qué puede derivar en deshidratación por pérdida de sodio, electrolitos y minerales esenciales, esto puede producir mareos severos.
- Pérdida de potasio: Qué puede derivar en problemas musculares y arritmias cardíacas.
- Trastornos alimenticios como anorexia nerviosa y bulimia.
- Aumento del riesgo de cualquiera de los tipos de diabetes que existen.
- Aumento del ácido úrico: Qué puede derivar en la aparición de la enfermedad llamada “Gota”, una tipología de artritis que aparece por una acumulación excesiva de ácido úrico.
Para perder peso de manera saludable, se debe acudir a un médico especialista, quién tras estudiar el caso, adaptará una plan alimenticio que lo combinará con la práctica de ejercicio regular.