El proceso de Aféresis permite optimizar la donación de componentes de sangre
En la oportunidad conocimos a Franco Vallejo, paciente de 21 años que recibió un trasplante de riñón que sus anticuerpos rechazaron. Dialogando con él y con la jefa del servicio de Hemoterapia del Hospital, doctora Felicitas Agote, se destaca la importancia de contar en el sistema público con el equipamiento que permite separar los componentes que se requieren de la sangre.
Franco empezó a tener problemas de salud a sus siete años de edad, la insuficiencia renal vino acompañada de dolores de cabeza y mareos que no le permitían hacer una vida normal.
Él recibió hace un año un trasplante de riñón, que se esperaba permita un descanso a los ya diez años de diálisis a los que se había sometido, pero sus anticuerpos comenzaron a rechazar el órgano que había recibido.
Es en esta situación que Franco necesitó el procedimiento de aféresis con frecuencia semanal y de este modo cobra importancia contar con el equipamiento necesario en el sector público. “Esto me permite no tener que viajar a Buenos Aires, donde no tengo familia y debíamos gastar mucho dinero en hospedaje, aquí en la Provincia es más cómodo y la atención es muy buena”, expresó Franco.
Al respecto, la jefa del servicio de Hemoterapia del Hospital, doctora Felicitas Agote, comentó que antes no se contaba con el equipo necesario para realizar procedimiento de aféresis, y que hace dos años se cuenta con uno para donaciones y otro para terapéutica, que permiten brindar esta atención a gente que no tenía acceso a la misma.
Se destaca que en el sector privado existe una maquina y que el Hospital recibe todas las derivaciones de otros hospitales y de otras provincias también, por lo que centraliza la actividad de aféresis, que a su vez depende del Banco Central de Sangre.
El proceso de aféresis implica separación de componentes, “en el caso de Franco, nosotros sacamos esos anticuerpos de su circulación para que estos dejen de rechazar el órgano, que así pueda llegar a una mejor sobrevida y que el trasplante pueda responder a las funciones del riñón que antes no tenía”. “Él necesitaba intercalar entre diálisis y aféresis día por medio, luego semanalmente y ahora viene una vez al mes, está mucho mejor y respondiendo al injerto”, explicó Agote.
Cabe destacar que por medio de aféresis puede obtenerse de un donante dos dosis de plaquetas, lo que equivaldría a 16 donantes de banco habituales, además de la seguridad que esto otorga al paciente que ya no debe exponerse a una gran variedad de donaciones por dosis.
Franco ahora se encuentra mucho mejor, cada día más cerca de vivir la vida que sueña, “pude subir de peso, ya solo tengo que venir una vez al mes y quiero empezar a estudiar computación”, concluyó.