El Programa Provincial de ACV realizó con éxito una nueva Trombectomía Mecánica
El procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo permitió disolver un coágulo ubicado en la arteria cerebral media de un paciente de 63 años de edad. Domingo Domínguez recuperó casi de forma instantánea el movimiento y el habla que había perdido a causa del episodio.
Al respecto el neurocirujano y coordinador del Programa de ACV de la provincia, doctor Julio Fernández, enfatizó que este tipo de intervenciones se realizan cada vez con más frecuencia en el contexto de la creación y puesta en marcha de este programa de prevención que surgió por iniciativa del Gobierno de Tucumán, a cargo del gobernador doctor Juan Manzur.
Tucumán es la primera provincia del país que cuenta con un programa de ACV que abarca los sectores público y privado para gestión de todos los pacientes con y sin cobertura social. Este programa pionero en el país, convierte al Padilla en uno de los primeros hospitales públicos que ofrece un tratamiento integral del ataque cerebro vascular en Latinoamérica.
“Domingo Domínguez es un paciente de 63 años que ingresó a nuestro hospital en la noche del viernes 4 de enero con poco tiempo de evolución de su ataque cerebro vascular, por eso iniciamos medicación trombolítica, la cual se administra por vía endovenosa para destapar la arteria del cerebro obstruida”, detalló Fernández.
Por el gran tamaño del trombo se decidió posteriormente trasladar al paciente a la sala de Hemodinamia, donde por medio de una pequeña punción en la ingle, accedieron con catéteres hasta la arteria obstruida y sacaron el coágulo. “El paciente había ingresado con un déficit motor de la mitad izquierda de su cuerpo y no podía reconocerla, también tenía dificultades del habla. Estaba obstruida su arteria cerebral media en forma completa, la cual irriga la mitad del cerebro del lado derecho”, explicó.
Las consecuencias de no haber recibido el tratamiento de forma rápida y oportuna son incapacitantes y hasta fatales. Al respecto el profesional sostuvo: “Pudimos tratarlo porque llegó en tiempo de tratamiento, algo fundamental ya que la ventana terapéutica para este tipo de intervenciones no puede ser de más de 6 horas para acceder por vía intra arterial; lo cual pudimos hacer a las 2 de la mañana para sacar el coágulo. Apenas el paciente despertó del procedimiento ya se veía mucho mejor, empezó a movilizarse y ahora está casi sin déficit”.
En este proceso Fernández resaltó el recurso humano y tecnológico con que cuenta la institución sanitaria: “Es un orgullo para nosotros realizar este tipo de tratamientos que existen desde 2015 y que iniciamos bajo el programa en la provincia desde hace un año y cuatro meses contemplando la gestión del paciente desde la difusión de la prevención del ataque cerebro vascular y sus síntomas para que la gente consulte precozmente”.
En este contexto el especialista hizo hincapié en que cuanto antes se logra destapar la arteria, mejor es la evolución del caso e informó que por cada minuto transcurrido mueren dos millones de neuronas, de ahí que cada minuto ganado con un tratamiento precoz reduce la cantidad de cerebro infartado al final de la enfermedad.
El equipo en sus etapas prehospitalaria e intrahospitalaria está conformado por enfermeros, médicos, especialistas en emergentología, terapia intensiva, neurología, neurointervencionismo, enfermería, choferes de ambulancia, móviles específicos para el Programa de ACV, entre otros.
“La gente está entrenada en cada especialidad, se involucran técnicos radiólogos, enfermeros y médicos de distintas especialidades; tenemos un angiógrafo de última generación sin el cual no sería factible obtener los resultados que estamos teniendo. Desde mediados de diciembre a enero de 2019 ya tuvimos 8 pacientes trombolizados y 2 trombectomizados. Estamos mucho mejor que antes del inicio del programa, cuando teníamos 15 casos en dos años”, agregó Fernández.
Domingo, por su parte, tuvo expresiones de gratitud al recordar lo vivido: “Me atendieron rápido, yo el viernes a la noche me encontraba en casa cambiándome para salir y cuando estaba en el baño lavándome los dientes caí. Mi mujer actuó rápido, no podía mover la parte izquierda del cuerpo y me enteré después de toda la atención recibida que el mío no había sido un caso fácil. Ahora noto la diferencia y es tremenda, puedo mover los dedos del pie, estoy muy contento con la gente que me atendió”.
Cabe destacar que el equipo profesional que intervino en el caso contó con la asistencia del técnico Radiólogo Franco Soria; el neurocirujano, doctor José Goldman; la neurocirujana, doctora Eugenia Salinas; el enfermero Gustavo Centeno y el anestesiólogo, doctor José Romero.