El Servicio de Rehabilitación atiende unos 100 pacientes por día
Se realizaron las primeras Jornadas de Psicomotricidad destinadas a padres de niños y adultos que con algún problema motriz, que se están tratando en el Servicio de Rehabilitación del Hospital Avellaneda. Profesionales y empleados del establecimiento dictaron las charlas, que se llevaron a cabo el lunes y jueves de esta semana.
“Esta es un área más dentro del proceso de rehabilitación. Los lunes los destinamos a los niños y los jueves a los adultos. En esta parte abordamos todo lo cognitivo y conductual”, explicó la jefa del servicio de Rehabilitación del Hospital Avellaneda, doctora Marta Rotella. Además, aseguró que hay un promedio de 100 pacientes adultos por día en el Servicio. “En niños también ese es el número, entre 80 y 100 por día”, manifestó. En este sentido, dijo que en el servicio se trabaja en el abordaje de la parte motora. “Tenemos terapista ocupacional, psicólogos, fonoaudiólogos, médicos fisiatras y quinesiólogos”, detalló.
La licenciada en kinesiología María del Huerto Fernández forma parte del Servicio de Rehabilitación y explicó que allí se trabaja con equipos determinados para cada paciente. “Tenemos materiales especiales y cada terapista tiene entre 8 y 9 pacientes. También realizamos interconsultas con otras especialidades. Tratamos de abordar todas las problemáticas”, contó. Sobre la responsabilidad de trabajar con personas con este problema, la licenciada afirmó que es emocionante y desafiante. “Trabajar con pacientes con discapacidad es bastante fuerte. Cada vez que vemos que una mamá o un niño tienen un logro y pueden reinsertarse, sentimos un enorme orgullo”, culminó.
Karina es la mamá de Milagros, una nena que es paciente del Servicio. La niña nació con una parálisis cerebral y se le descubrió la enfermedad a los 3 años. En el 2013 fue operada y mejoró su marcha al caminar. “Es fea la situación. Yo tengo mucha fe en Dios y sé que mi hija va a seguir mejorando. Estoy muy agradecida con todo el equipo de este Hospital”, afirmó Karina. Milagros contó que le realizan estudios constantemente, aparte de las actividades propias de la rehabilitación. “Me ponen electros y hacen que camine de diferentes maneras. Me tratan bien y me siento cada vez mejor”, contó la niña.
Por su parte, Mariela, mamá de Candelaria, contó que su hija padece una disparesia espástica, que es un tipo de parálisis que afectan el control del movimiento y se agrupan bajo el término unificador de parálisis cerebral. “Hace un año y medio que viene. Es la más chica de todos los pacientes. Tiene 5 años y gracias a la ayuda de los profesionales puede caminar ya hace un tiempo. La evolución fue excelente y la atención que recibió fue excepcional. No tengo quejas”, sentenció Mariela.