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El Sistema de Salud garantiza la atención a personas con problemas de adicciones

El SIPROSA, a través del PRIS (Programa Integrado de Salud), cuenta con una División de Salud Mental con diferentes programas. Uno de ellos es el de adicciones o consumos problemáticos, que se encarga de supervisar lo que se realiza en esta materia y capacitar a los profesionales que tienen un rol en esta problemática. En este aspecto, el Sistema ofrece una amplia gama de servicios que abarca los tres niveles de atención.

El problema de las adicciones supone un abordaje estratificado de acuerdo a la gravedad del consumo del usuario. El tratamiento que recibe cada persona depende de su circunstancia y contexto, por lo tanto desde el SIPROSA se brinda atención de acuerdo a su situación particular. El responsable del Programa de Adicciones del PRIS, Javier Fabrissin, explicó que algunos usuarios pueden ser tratados en el primer nivel de atención mediante consejería, talleres y asesoramiento. “Muchos CAPS cuentan con psicólogos o psiquiatras que pueden abordar el problema. Desde ese primer nivel el sistema público garantiza la atención”, aseguró.

Si la persona debe ser derivada a un segundo o tercer nivel de atención, el SIPROSA cuenta con hospitales generales que pueden tratarlos de manera ambulatoria e incluso realizar internaciones. Estas pueden ser breves, a los efectos de lograr una desintoxicación, o prolongadas. En el caso de las últimas, pueden hacerse en los hospitales Del Carmen u Obarrio, o bien en el Centro Las Moritas, lugares que brindan la posibilidad de internación a hombres o mujeres, adolescentes o adultos, dependiendo del efector.

Según manifestó Fabrissin, el Sistema Público de Salud ofrece un abordaje de las adicciones, ya sea en lo preventivo o en lo asistencial, que cubre las diferentes etapas dentro del consumo: lo agudo, lo crónico e incluso antes de que se instale el consumo propiamente dicho.

Según un informe realizado por el Programa de Adicciones de la provincia, durante el 2015 el Sistema de Salud recibió en sus diferentes efectores 19111 consultas por consumo de sustancias realizadas por 3775 usuarios. Éstas representan un 8,25% del total de prestaciones dentro del área de la Salud Mental. Discriminando por efectores, se recibieron 1968 en CAPS, 13663 en hospitales y 3480 en guardias. El 70% fueron hombres y el 30% mujeres. La edad media de las personas que consultaron es de 32 años.

Casos de adicciones por edad en el 2015

Número total: 2613

Grupo de edad Casos Porcentajes
0 a 9 22 1
10 a 14 89 5
15 a 19 604 28
20 a 24 495 18
25 a 34 490 17
35 a 49 440 15
50 a 64 320 10
>65 124  2
S/E 29  2

 

Por sustancias

Diagnóstico                 Casos              Porcentaje

Múltiples Drogas        1268                 56,00

Alcohol                          764                  30,00

Cocaína                           96                     3,00

Tabaco                           165                    3,00

Sedantes                        103                    3,00

Cannabinoides              83                     3,00

Opiáceos                        45                     1,00

Disolventes                    57                     1,00

Estimulantes                 18                          –

Alucinógenos                14                          –

Tipos de consumo

  • Uso sin riesgo: el consumo se da de manera aleatoria y la vida de esa persona así como sus relaciones no se han dañado, continuando con sus potencialidades.
  • Consumo de riesgo: consumo que, si persiste en el tiempo, tiene probabilidades de ocasionar consecuencias adversas (daños en la salud, problemas sociales, jurídicos, etc.).
  • Consumo problema: aquel tipo de consumo que, directa o indirectamente, ya produce consecuencias negativas para el individuo o terceros, en el área salud, vínculos familiares, laborales, sociales, seguridad personal, etc.
  • Dependencia: conjunto de manifestaciones fisiológicas, conductuales y cognitivas, que demuestran que el consumo de una o más sustancias adquiere una prioridad desproporcionada con relación a otras conductas. La manifestación característica es el deseo imperioso (compulsión, “craving”) de incorporar o utilizar la sustancia

El uso sin riesgo y el consumo de riesgo se prefiere que sean abordados en el primer nivel, mediante estrategias proactivas, de detección precoz e intervención preventiva (sensibilización e información, psicoeducación, consejería, orientación a padres, etc.) y modalidades asistenciales de baja complejidad.

El consumo problema y la dependencia deben ser abordados de manera preferencial en el segundo o tercer nivel, mediante un plan individualizado de tratamiento, sea en modalidad ambulatoria, de internación breve o residencial.

Consumo de drogas sintéticas

Las drogas sintéticas son aquellas que se producen a partir de la modificación de la estructura química de alguna sustancia. Es decir, se manipula químicamente la estructura molecular de una determinada para producir otra nueva. Algunas de estas drogas son: Éxtasis, Popper, GHB, Polvo de ángel, Ketamina, LDS.

Su uso suele darse en una modalidad de consumo esporádico, episódico, habitualmente en un contexto recreativo (fiestas, salidas nocturnas, recitales, etc.) y es menos probable que lleven a un patrón de dependencia (aunque podrían producirlo si se las consumiera consuetudinariamente). Tienen el riesgo de provocar complicaciones clínicas, aun cuando su consumo no sea excesivo. En general son estas complicaciones clínicas (hidroelectrolíticas, cardiovasculares, neurológicas, renales, hepáticas, etc.) las que conducen a sus consumidores al Sistema de Salud, especialmente a las guardias de los hospitales generales.