En el Día Mundial de la Disfagia, el hospital Avellaneda abre sus puertas a la comunidad
El Consultorio de Deglución y Disfagia del efector, atiende a niños y adultos por esta patología que se presenta por múltiples causas. En su día mundial, se recuerda la importancia de la detección temprana y la realización de un tratamiento interdisciplinario.
Consultada al respecto, la licenciada Silvia Sequeira del servicio de Rehabilitación y Consultorio de Deglución y Disfagia del hospital Nicolás Avellaneda, explica que la disfagia es un síntoma grave, complicado, que se refiere a la dificultad para mover el bolo alimenticio desde la boca hacia el estómago. Ya sea que este bolo sea sólido, líquido, semi-sólido; incluida la saliva.
Las causas de la disfagia son múltiples; estructurales o funcionales: “En realidad la disfagia es el resultado de una amplia gama de patologías que tienen que ver con procesos neurológicos como los ACV, traumatismos encefalocraneanos, esclerosis múltiples, fibrosis, tumores, y también procesos funcionales como la incoordinación motora, respiración-deglución”.
A pesar de esto, recalca la doctora, la disfagia sí tiene tratamiento, mismo que se puede llevar a cabo en el efector público. Y aclara que, las consecuencias de no tratar esto a tiempo son complejas; el paciente puede pasar por deshidratación, desnutrición, inclusive llegar a la muerte.
“Nuestro consultorio atiende a pacientes niños, adultos, internados y ambulatorios. Los turnos son programados o a demanda, dependiendo de la gravedad del caso. Pero sí hay muchísima demanda. Las derivaciones vienen no sólo de otros servicios de nuestro establecimiento, sino de afuera, de la parte privada. Nos están derivando médicos gastroenterólogos, otorrinos, de todos lados; inclusive de otras provincias nos hacen la interconsulta”, puntualiza.
Asimismo, señala que la atención de estos casos debe hacerse siempre de manera interdisciplinaria; se trabaja así con personal de sala, kinesiólogos, nutricionistas, gastroenterólogos, otorrinolaringólogos, médicos fisiatras, pediatras, neurólogos. Además, interviene siempre la familia del paciente, una parte esencial del proceso de recuperación.
“Con este servicio venimos trabajando hace más de 15 años en el hospital Avellaneda. Sobre todo asistiendo a los adultos mayores que no pueden tragar y no saben adónde concurrir. Por eso es importante la difusión de la patología y del servicio. Tenemos mucha vocación y estudio para dar lo mejor de nosotros a nuestros pacientes”, cierra.