En el Instituto de Maternidad enseñaron a mamás cómo masajear a sus bebés
El masaje shantala es una técnica terapéutica milenaria que enseña la ayurveda, un arte de curar que se practica en India desde hace más de 5.000 años, con múltiples beneficios no solo para los pequeños sino también para las mamás.
Este masaje infantil favorece el desarrollo físico y emocional del bebé a la vez que estrecha el lazo con los padres. El taller, realizado en el marco de la Semana del Prematuro, enseña a las mamás como pueden contener a sus pequeños en momentos de llanto, que en ocasiones no tiene que ver con alguna molestia, con masajes tranquilizantes para los dos, remarcó la doctora Claudia Quintero, médica neonatóloga, a cargo de Maternidad Centrada en la Familia
El taller lo dictó Ana Eugenia Taboada, médica ayurveda. El masaje shantala se puede hacer desde el primer momento de vida del niño hasta los 6 meses, lo puede hacer la mamá, el papá, cuidador o tutor. Se realiza con aceites, y cada uno de ellos, remarcó la especialista, tiene su particularidad. El más usado es el de sésamo, virgen, lo que contribuye al refuerzo del tejido muscular y también de la estructura osteoarticular del pequeño. También puede utilizarse el aceite de girasol.
Otro de los beneficios que este tipo de masajes tiene en el recién nacido es que lo ayuda a aumentar de peso ya que, resaltó Taboada, además de la nutrición interna, con la oleación se nutre externamente. “Hay estudios científicos que han comprobado también que con el masaje shantala se reducen los días de internación en prematuros, y en lactantes ayuda a reducir los cólicos”, añadió. Todo ello se traduce a un bebé con un sueño mucho más saludable, pudiendo descansar más tranquilo, sin ninguna molestia y sintiéndose más seguro, porque aumenta el autoestima del niño permitiendo un momento de vínculo y conexión importante con los padres, lo que le da mayor tranquilidad como también a la madre, ayudándola a atravesar esa etapa de puerperio.
“La piel y el tejido nervioso tienen el mismo origen embrionario que es el neuroectodermo, al estimular la piel favorecemos el desarrollo neuromotor”, resaltó además Taboada, por eso es que se consideró muy valioso que mamás puedan participar del taller para conocer mucho más de esta práctica milenaria, una profunda expresión de amor entre los padres y el bebé a través del contacto físico, caricias y sonrisas, esto nutre emocionalmente al pequeño, y al tiempo lo ayuda a su desarrollo neuromotor. “Es una herramienta muy valiosa porque se lo puede hacer sin salir de casa y en cualquier momento del día, lo único que se necesita es un poco de aceite”, finalizó la especialista.