¿En qué consiste una endoscopía digestiva?
Se trata de un estudio mínimamente invasivo que se puede realizar para detectar diferentes patologías gastrointestinales.
Una endoscopía digestiva alta se practica con la introducción orofaringea de un equipo flexible que tiene aproximadamente 90 centímetros de largo y un diámetro de 9 milímetros. El aparato lleva una cámara que se traduce a un procesador, del cual sale una imagen que se puede filmar o fotografiar.
“Es un procedimiento mínimamente invasivo donde el paciente puede estar despierto con anestesia orofaringia y un tranquilizante sublingual, para que esté un poco sedado. O si el paciente lo pide, también se puede hacer bajo anestesia total. Se le produce un sueño profundo; no se necesita entubar a la persona que luego, al despertar se recupera perfectamente”, detalla el jefe de Gastroenterología del hospital Nicolás Avellaneda, doctor Pedro Rubén Farías.
El estudio suele durar entre cinco a diez minutos y permite la visión directa del esófago para determinar lesiones como esofagitis, hernia del estómago, gastritis, úlceras a nivel del estómago, enfermedades inflamatorias del duodeno y es un método eficaz de la intolerancia al gluten. Este procedimiento se utiliza en varios casos de gastritis crónica o úlceras duodenales para determinar si existe una bacteria (helicobacter pylori) que en algunos lugares de Sudamérica afirman presenta una predisposición para el cáncer gástrico.
“Los pacientes que son cardiópatas o tienen procesos bronquiales crónicos, con insuficiencia renal, se le hace un estudio previo exhaustivo. En lo que respecta al procedimiento en sí los riesgos son mínimos”, cierra Farías.
Por gestión de turnos o consultas, dirigirse al hospital Avellaneda en calle Catamarca 2000 (S.M. de Tucumán) o comunicarse al teléfono (0381) 4276008.