¿Estás usando correctamente el repelente?
La jefa del servicio de Dermatología del hospital Padilla, doctora Silvia Salazar, se refirió a la importancia del uso de repelentes que evitan la picadura del mosquito.
Si bien la profesional incentivó al uso de repelentes, más aun en época de circulación de dengue como la que transitamos actualmente, aclaró que son muchos los factores y recomendaciones a tener en cuenta para su correcto empleo.
Es muy importante revisar la etiqueta del producto para encontrar información respecto a la cantidad de DEET (N,N-Dietil-meta-toluamida) que el producto contiene, para no usar concentraciones mayores al 30 por ciento. Respetando el límite establecido, de acuerdo a la concentración de estos componentes varía la efectividad y mientras mayor sea, durante más tiempo persistirá el efecto del repelente y más amplios serán los intervalos de aplicación requeridos.
“Una de las marcas más populares de repelente de etiqueta naranja posee una concentración de DEET del 15 por ciento, por lo cual requerirá de nuevas aplicaciones cada 3 horas aproximadamente. La de etiqueta verde tiene un índice mayor, del 25 por ciento, por lo cual se usa cada 6 horas”, explicó la profesional al tiempo que agregó los repelentes en formato spray tienen menores concentraciones- un 7 por ciento- y se usan cada 2 horas.
Respecto a los niños, la Sociedad Americana de Pediatría desaconseja el uso de repelentes antes de los 2 meses de vida, motivo por el cual en esta población se recomienda como medida de protección el empleo permanente de un mosquitero o tabletas repelentes en espacios ventilados.
“Nunca se debe aplicar el repelente en niños dentro de ambientes cerrados, es un producto que se debe emplear en espacios al aire libre, debe ser aplicado por los padres, ya que si el niño lo hiciera pueden quedar restos del producto en las manos y tener contacto con la boca”, agregó Salazar.
Un exceso de colocación de repelentes puede generar dermatitis de contacto y es desaconsejable aplicarlo debajo de la ropa o encima de la ropa o en el rostro directo del envase si su formato es spray. “Lo correcto es aplicar el repelente en las zonas expuestas del cuerpo, no lastimadas o heridas y si se emplea el formato rociador, ponerlo idealmente primero en las manos y recién en el rostro evitando ojos y boca”, cerró la especialista.