Festejo por el tercer aniversario del Hogar de Madres
El objetivo es reconocer el valor que tiene la institución que persigue el fin de proteger, educar y acompañar a las madres que asisten al hospital, además de resaltar la importancia de una maternidad segura a través del cambio de la cultura.
El ´Hospital Amigo de la Madre y el Niño´, certificado por OMS-UNICEF por promover la lactancia materna, acreditó hace tres años al Hospital de Clínicas Pte. Dr. Nicolás Avellaneda como modelo de promoción en la alimentación natural y por brindar calidad de atención del binomio madre-hijo y familia.
El Hogar de Madres se inauguró hace 3 años, con una capacidad de 36 camas para las madres, además de las 32 camas para lo que sería la campaña de invierno, que es donde se incrementa la internación. “Tratamos que las madres de los niños prematuros o de aquellos pacientes que tienen un domicilio alejado, se queden en esta casa. Aquí tienen la contención necesaria con enfermeras, psicólogas y el apoyo de los médicos. También cuenta con el equipamiento necesario, como si fuera su casa realmente, y un lactario para fomentar la lactancia materna. Conocemos todos los problemas que pueden tener las madres para ayudarlas y que puedan estar más tiempo con sus bebés”, contó la jefa del Servicio de Neonatología del Hospital Avellaneda, doctora Viviana Dip.
En la oportunidad, la médica neonatóloga dijo que preparan a las mamás porque a veces la internación es muy larga. “Les enseñamos cómo estar con su bebé, qué es lo que él necesita, que lo conozca bien a su bebé, que no tenga miedo para cuando se vaya a la casa. También les damos charlas de RCP a los padres por alguna eventualidad para que puedan solucionarlo hasta que lleguen al hospital. Además les damos charlas a las madres para que conozcan toda la patología de su bebé y no tengan miedo para cuando se vayan a la casa”, agregó.
El director del Hospital Avellaneda, doctor Luis Medina Ruiz, destacó que las madres están acompañadas permanentemente por el equipo de salud. “Son recibidas también por miembros de la cooperadora, donde una mamá que vino aquí y pasó por la casa de madres no se va igual porque vivió una experiencia con otras madres y alguna clase de tejido, pintura, música para darle un poco más de alivio a esa etapa de su vida con su hijo enfermo”, expresó.
Una de las mamás, Jessica Estefanía Paz, quien desde hace un año está en el hospital, tiene a su hijo internado en terapia pediátrica. “El problema que él tiene es una patología neurológica. En la Casa de Madres nos levantamos aproximadamente a las 9:30 y nos higienizamos para poder ver a nuestros hijos, luego almorzamos y a la tarde viene gente de las cooperadoras, donde con sus talleres nos hacen hacer actividades como tejidos y bordados, que nos ayuda a despejarnos un poco. Es la primera vez que soy mamá y me toco esta experiencia de estar lejos de mi casa, alejada de mi familia que es de Monteros. Las enfermeras nos brindan apoyo, consejos y contención”, se explayó.
Otra de las madres, Carla Pacheco, tiene una nena de un año y dos meses, quien ingresó cuando tenía dos meses por una asfixia de colecho y luego estuvo medio año en terapia intensiva con un respirador que lograron sacarle y pasarla a sala. “Cuando la enviaron a mi casa no llegó al mes y tuve que traerla nuevamente. La atención de las enfermeras es muy buena porque nos apoyan y cuando estamos mal ellas están a nuestro lado. El hogar es como tu casa, donde podés dormir y nos ayudamos entre todas; es como una casa de familia. El hogar es bueno para las madres que no tenemos dónde quedarnos o por falta de dinero no podemos movilizarnos todos los días”, comentó.
Finalmente, una de las enfermeras del Hogar de Madres, Olga Albornoz, remarcó que trabajan con la parte emocional, acompañando y conteniendo a las mamás. “También realizamos de curación porque muchas de ellas dieron a luz por cesárea. Estamos pendientes de su salud, estado emocional y su familia para saber cuál es la mejor manera de ayudarlas. Es un hogar fuera del hogar; ese es nuestro objetivo”, cerró.