Gestión Pacientes del Hospital Avellaneda se puso al servicio de Ulises para ayudarlo a cumplir un sueño
Ulises tiene 15 años y por diferentes eventos de la vida fue perdiendo su visión a temprana edad. Hace un año fue diagnosticado con diabetes I y su pasión por el fútbol lo está ayudando a mejorar y crecer día a día. El servicio de Gestión Pacientes del Hospital Avellaneda se puso a su disposición para que completara una serie de controles y estudios y que de esta forma pudiera viajar con su equipo “Los Murciélagos”.
“Los Murciélagos” es la selección masculina de fútbol 5 para ciegos de Argentina de la cual forma parte Ulises: “Yo pertenezco al equipo de fútbol para ciegos de Atlético Tucumán y actualmente estamos en la semifinal de la Copa Plata, por lo que tengo que viajar, pero antes tenía que completar una serie de controles para que esto fuera posible y la experiencia de venir aquí al hospital fue muy linda, me atendieron rápido, estuve tranquilo y todos fueron muy atentos, estoy muy agradecido con todos”.
“Hoy vine con mi mamá y mi hermanito que tiene tres años y siempre me acompañan. Aquí en el hospital me dijeron que cada vez que tenga que hacerme un control referente a lo cardíaco o nutricional me atenderán de la misma forma que hoy, así que estoy contento por todo eso, me ayuda mucho, ya que mi día a día arranca a las seis de la mañana, voy a la secundaria Congreso de Tucumán, después a la Escuela Luis Braille y los martes y jueves me reúno con los chicos para ir a entrenar al albergue de José Fierro”, contó.
Ana Romano es la mamá de Ulises y enfatizó la alegría que le genera que su hijo fuera seleccionado para ir a la concentración de fútbol para ciegos: “Estamos contentos porque él va a viajar, obviamente tengo miedos como cualquier mamá, pero estamos apoyándolo para que la pase bien y disfrute todo esto que le está pasando. La atención que nos dieron en el hospital fue muy buena, agradable, nos hablaron y explicaron todo bien, nos acompañaron, le hicieron todos los controles en el día y le pudieron solucionar todo para que le realicen los estudios que le pedían y que pueda viajar ahora el viernes”.
La referente de Gestión Pacientes del Hospital Avellaneda, doctora Alejandra Vargas, destacó que se prioriza asistir a Ulises ya que es un joven que está realizando actividades deportivas tres veces por semana en la institución y tuvo el orgullo de ser convocado para integrar un equipo de fútbol a nivel nacional de personas no videntes.
“Su historia de vida es compleja, a partir de los dos años tiene el primer evento de pérdida de la visión, pero no absoluta; posteriormente a los cinco años tuvo un accidente donde perdió la visión de un ojo y después relacionado con el episodio del fallecimiento de su papá perdió toda la visión. A partir de ahí, si bien él atravesó una etapa difícil de superar, con la ayuda de su familia encontró tanto en el estudio -porque es muy buen alumno- como en el deporte la posibilidad de realizarse y de avanzar en la vida, mejorando todo para él y para sus afectos”, dijo.
“Ulises es una persona muy independiente, su mamá le enseñó a hacer las actividades de su vida diaria, en general ha sido un chico sano que está muy pendiente de su salud física, de alimentarse bien, de mejorar, de entrenar y de ser buen alumno también, por eso desde el Hospital Avellaneda tratamos de que nuestros pacientes no se compliquen con esperas ni distancias, tratamos de romper esas barreras que tienen algunos de accesibilidad y de idear circuitos para que estos pacientes que tienen cierta vulnerabilidad en un solo día puedan realizar la mayor cantidad de estudios posibles”.
Desde Gestión Pacientes, agregó, existen circuitos prediseñados para la asistencia de pacientes en diversas situaciones, como por ejemplo para quienes van a recibir un trasplante renal en el hospital Padilla, a quienes se les ofrece todo el control pre-renal para que puedan integrar esa lista de trasplantes. Otro circuito es el de cuidado de la salud integral de la mujer, que posibilita que en una tarde la paciente pueda realizarse todos los estudios coincidentes con la prevención de enfermedades y el resguardo de la salud de las mujeres.
“De esta forma tratamos de que ciertos programas tengan circuitos ágiles donde, en una tarde o en una mañana, puedan hacerse la mayor cantidad de estudios. También tenemos otros circuitos para, por ejemplo, niños del interior a los que les es difícil conseguir un turno y quedarse cuando tienen que hacerse los estudios para consultar con varios médicos. Para ellos tenemos un hogar de medio camino que se llama ‘Casa Clarita’, donde el paciente puede alojarse con su mamá y hacerse todos los estudios en ese periodo”, concluyó.