“Gracias a los adelantos y a la investigación, se puede llevar una vida perfectamente normal con artritis reumatoidea”
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Así lo sostuvo la coordinadora de la Unidad de Reumatología del hospital Nicolás Avellaneda, doctora Olga Del Valle Romano, en el Día Mundial para sensibilizar a la población sobre esta patología.
“La artritis reumatoidea es una enfermedad inflamatoria crónica, autoinmunitaria, que afecta mayormente a las articulaciones, pero también a los músculos y todos los órganos del cuerpo como pueden ser los ojos, el corazón, los pulmones, los riñones”, explica la referente.
Las articulaciones que mayormente quedan afectadas son las de manos y pies.
“No se conoce la causa, sí se sabe es que es de origen genético, es decir que los pacientes tienen una predisposición a padecerla. A veces no se manifiesta en edad temprana, pero por algún impacto se dispara y se produce la enfermedad. La padecen más las mujeres que los varones, en una proporción de 9 a 1, entre los 20 y hasta 50 años. Pero se puede presentar desde niños y hasta adulto mayor”, comenta.
Y añade: “Hay una artritis reumatoidea que antes se la llamaba juvenil y afectaba a los niños hasta los 16 años, y la artritis del adulto a partir de los 16 años, pero también tenemos aquella que se presenta en mayores de 65 años. Gracias a los adelantos, el estudio y la investigación, se puede llevar una vida perfectamente normal con la medicación, el cuidado de las articulaciones y la fisioterapia”.
Entonces, moverse, hacer gimnasia y ciertas actividades que no dañen la articulación, contribuye a la salud de los pacientes.
Los signos que hay que tener en cuenta son: la fatiga, el dolor articular, la rigidez matinal que aparece cuando el paciente se levanta y no puede abrir bien las manos, las tiene entumecidas. “Ante esto podemos llegar a un diagnóstico precoz y cuanto más antes se haga el tratamiento es mucho mejor”, recomienda.