Hace más de tres décadas que Argentina está libre de poliomielitis salvaje
Se trata de una enfermedad transmisible, sumamente contagiosa, causada por los poliovirus 1, 2 y 3, que afecta principalmente a los niños pequeños. El virus se transmite a través de los alimentos y agua contaminados y se multiplica en el intestino, desde donde puede invadir el sistema nervioso y causar parálisis aguda. Esta enfermedad no tiene tratamiento y sólo puede prevenirse mediante la vacunación.
Como cada 24 de octubre, nuestro país se suma a la conmemoración del Día Mundial contra la Poliomielitis, patología cuyo último caso en América fue detectado en septiembre de 1991, más específicamente en Perú. En 1994 la región quedó certificada como libre de la enfermedad y Argentina lleva 35 años consecutivos sin registro de casos autóctonos gracias a la inoculación.
La fecha alusiva fue establecida en honor al nacimiento de Jonas Salk, investigador médico y virólogo estadounidense, reconocido por su descubrimiento y desarrollo de la primera vacuna contra la poliomielitis segura y efectiva.
El Calendario Nacional de Vacunación es uno de los más completos de América Latina, y la inmunización es reconocida por los profesionales de la salud como una estrategia sanitaria clave para lograr el control, la eliminación y erradicación de enfermedades.
Por su lado, la política de vacunación se complementa con la tarea del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, que cuenta con laboratorios de referencia con importancia a nivel regional, lo que garantiza la posibilidad de detectar caso particulares antes de que se conviertan en posibles brotes.
Consultado al respecto, el director del hospital Nicolás Avellaneda, doctor Luis Medina Ruiz, recuerda: “Hay pacientes que tienen hoy entre 50 y 60 años, y vivieron en una época cuando la vacuna aún no estaba tan difundida o que decidieron no inocularse; lamentablemente tenían un cuadro banal con diarrea leve y fiebre, y de pronto se paralizaba una pierna o brazo. Eso después iba empeorando e incluso algunos niños morían. A algunos se les paralizaban los músculos respiratorios y debían ir a lo que se hacía en esa época que era una asistencia respiratoria con pulmotor. Eso hoy no existe. Entonces realmente la poliomielitis es un claro ejemplo para demostrar la importancia y el valor que tiene la vacuna”.
Y añade que la primera vacuna descubierta fue la Salk inyectable, en la década del 50. Luego se descubrió la Sabín, que son unas gotas que se administran por vía oral: “Y eso tan simple, evitaba una enfermedad tan grave. Hoy se hace a través de inyectable junto con otras patologías virales. La inmunización es gratuita, segura y obligatoria”.
Según el Calendario de Vacunación Nacional, los niños deben recibir la primera dosis de Salk a los dos meses de vida, la segunda a los cuatro meses. Luego, a las seis meses la Sabin 3 y a los 15 la Sabin 4. Entre los 5 y 6 años de edad, les corresponde la Sabin 5.
Cabe destacar que, el hospital Avellaneda cuenta con un vacunatorio a servicio de la comunidad donde se puede acceder para completar el calendario, ya sea para inoculación de la poliomielitis (Sabin, Salk) o cualquier otra patología que forma parte del mismo.