Jóvenes de las Moritas expusieron sus cuadros artísticos
Pacientes del centro de rehabilitación concluyeron su taller “Buscando la Oreja de Van Gogh” con la exposición de sus obras en el 'Árbol de Galeano' acompañados de sus familiares.
Las Moritas está diseñado para incluirse como una etapa asistencial, una vez que está superado el momento agudo de la enfermedad. Luego de esa etapa el Centro es el lugar para que alguien pueda reorganizar su vida e incluirse nuevamente en su habitual contexto social de un modo distinto. El objetivo principal es la recuperación del paciente con consumo problemático de sustancias y el inicio de las estrategias de reinserción social, tanto familiar, laboral y/o educativa. Luego del alta, una vez que está en condiciones de poder sostener un tratamiento ambulatorio, es derivado a otro efector o, dependiendo del caso, continúa en el Centro Las Moritas en asistencia y control pos alta.
En este sentido, el subdirector del Centro de las Moritas, licenciado Marcos Zeitune, explicó que la idea de este proceso, que llevó tres meses, es que el lenguaje artístico sirva a los chicos para poder expresar sus vivencias. “Esto se enmarca dentro de lo que nosotros llamamos ´Práctica de Ciudadanía´ que son acciones donde los jóvenes tienen un sentido de pertenencia. Hoy están como artistas y cada uno esta identificado con el cuadro que hicieron. Este es un objeto de intercambio social, donde la gente puede verlo y disfrutarlo sin conocer al artista y es donde se realiza un intercambio social”, indicó.
Las estrategias del dispositivo asistencial se centran en tres ejes: el individual (tratamiento psicoterapéutico, psiquiátrico, cuidados clínicos), grupal (talleres grupales y de convivencia) y de reinserción social (talleres de oficios, escuela obligatoria, inclusión en programas laborales).
Al respecto, el psicólogo Alejandro de Gregorio, residente de asistencia y prevención de las adicciones, destacó que el objetivo es promover la creatividad: “Esto es un principio de sociabilización. Dentro del centro hay normativas de convivencia y lo que queríamos hacer era imprimir el juego de la imaginación, el trabajo con el color, el relato, entre otras cosas. Es por eso que apelamos a que ellos proyecten historias. Esto lo entendemos como un espacio para subjetivar, tomamos las cosas del afuera y la traducimos en cuestiones propias”.
A su vez, el residente detalló que al principio se comenzó el taller con un concurso para motivar y formar lazos grupales. De esta forma realizaron visitas a los museos como manera de estimular la creatividad.
«El resultado es excelente estamos muy felices sobre todo porque cuando los chicos llegan a la internación, están tristes y apagados, y en la medida que nos vamos conociendo intercambias historias y comenzamos a ver el cambio en su rostro, su creatividad y es un despertar juntos” afirmó De Gregorio.
Asimismo, Gabriel Ignacio Campero (25), paciente rehabilitado de Las Moritas, contó que el taller comenzó cuando vieron la película “Buscando la Oreja de Vangh Goth”: “Fue ahí cuando por medio de las actividades que nos hacían hacer salieron cosas de nuestra infancia. Mi cuadro tiene unas monedas que caen y que me recuerda cuando mi papá me pedía que las junte en un sobre para poder ir al cine, cada una de ellas tiene un significado para mí. Luego hice un camión de basura que lo hice recordando a mi sobrino, que le encantaba esperarlo para verlo, hoy no está conmigo, el bosque representa tranquilidad y los arcos de futbol los hice porque a mi familia y a mí nos gusta el deporte”. Por último, Campero agradeció al equipo de profesionales que lo ayudaron: “Cuando llegue estaba mal, hasta con mi familia, y ahora gracias a mi recuperación volví a hablar con mis padres y cambio mi vida”.