La historia de amor de Aida y Cecilio: una pareja de abuelos que lucha contra el COVID-19
Hace casi 66 años que caminan esta vida de la mano y aseguran que quieren seguir adelante contra viento y marea. Una luz de esperanza tocó la puerta de su casa esta mañana, juntos recibieron la vacuna y esperan con alegría el día que termine la pandemia.
“Cecilio y Aida son un ejemplo a seguir, con tanto ánimo y un espíritu de alegría. Están sus hijas acá, las dos son profesionales, viven en otras provincias pero vinieron a acompañar a sus padres. Nos enteramos por una persona conocida que era vecina de ellos y nos contó su historia. Para nosotros es muy emotivo conocer una pareja tan feliz durante tantos años, como también escuchar a cada uno de los adultos mayores. Hablé con cada uno de ellos y transmiten ese agradecimiento y sensibilidad por el momento que estamos pasando, y una certeza de poder estar más tranquilos vacunados; comenzar ya con alguna actividad como recibir a sus nietos e hijos. Eso da una esperanza muy grande”, dijo la ministra de Salud Pública, doctora Rossana Chahla, luego de inmunizar personalmente a los abuelitos.
Además, contó que en la jornada de ayer entre la primera y segunda dosis, se dieron casi 1500 vacunas en la Dirección de Emergencias del 107; mientras que en el resto de la provincia, se inocularon alrededor de 5000 personas.
“También ayer empezamos con los extranjeros, avanzamos con pacientes trasplantados, con pacientes en diálisis que van a recibir trasplantes, con personal de Seguridad y docentes. Lo que nos sensibiliza a todos son los adultos mayores y hoy muchos de ellos vienen a cumplir su segunda dosis. Estoy feliz porque protegerlos, cuidarlos, es una de las misiones más importantes que tenemos en el Ministerio de Salud de la provincia, y es una indicación de nuestro gobernador Juan Manzur, cuidar a todos los tucumanos”, aseguró la titular de la cartera sanitaria.
Luego, Norma Aida Orellana (87), dio las gracias a las autoridades sanitarias por la vacunación y comentó que espera que su historia de vida y mensaje sirve de motivación para que el resto de la sociedad se inmunice.
“El pueblo argentino tiene que gozar de buena salud, tenemos que asistir a todo lo que las autoridades sanitarias nos invitan a hacer”, opinó la octogenaria.
En tanto, su esposo, Romano Cecilio del Carmen (97), destacó el trabajo organizado de todo el personal del nodo: “Puedo mencionar que el Siprosa de Tucumán ha demostrado que tiene personal capacitado para todos estos eventos. Me han tratado muy bien, no tengo queja de ninguna índole, todo gracias a Dios fue satisfactorio”.
Finalmente, la hija de ambos, Adriana Romano (59), explicó que ella a través de internet sacó el turno para sus padres. A pesar de que vive en Rosario (Santa Fe), ahora los está acompañando en Tucumán junto a su hermana, cuidándolos.
“Para ellos esto es una fiesta; es más, veo la carita de los mayores de 70 años que están acá y esto es una esperanza. Realmente poder vacunar a la gente mayor les hace bien. Hace un año que están metidos en sus casas sin poder salir, eso también los deteriora psíquicamente a los abuelos. Entonces mis padres, y toda la gente que veo acá, sus ojos demuestran esperanza y alegría”, sostuvo.