La lactancia materna garantiza el bienestar del bebé en épocas de calor y la prevención de enfermedades en contexto de pandemia
La referente del Programa de Lactancia Materna del departamento Materno Infanto-Juvenil del PRIS, doctora Iris Méndez, brindó recomendaciones teniendo en cuenta las altas temperaturas que caracterizan a la época de verano en la provincia y priorizó las bondades que la leche materna tiene además para garantizar las defensas del niño, especialmente en tiempo de pandemia por COVID-19.
En época de temperaturas extremas, sostiene Méndez, es fundamental que para el bebé recién nacido el alimento principal y la mejor fuente de hidratación, tenga lugar a través de la lactancia materna. El bebé no necesita tomar ningún otro tipo de líquido, la leche de su madre lo mantiene hidratado y alimentado con los mejores nutrientes que necesita.
“No hay un horario de alimentación, es a libre demanda, cuando el bebé presenta signos de apetito o sed empieza a realizar ciertos movimientos que harán que la mamá note que está necesitando el alimento. «Empieza a abrir su boquita, se pone inquieto o empieza a chuparse las manitos y ese es el momento en que tempranamente la mamá debe estar lista y dispuesta para amamantar. Lo ideal es no dejar que el bebé llegue a tener demasiado hambre, porque puede ser costosa la prendida», explicó.
Siguiendo esta línea la referente comentó que allí radica la importancia de asegurar que las mamás dispongan para este proceso de licencias laborales como la ley lo establece y tiempo suficiente para atender al recién nacido. “Lo ideal es dar la teta de forma exclusiva hasta los 6 meses, no incorporar otra clase de líquidos porque la leche materna está compuesta en parte por agua, suficiente para que el bebé calme su sed y esté bien alimentado y nutrido”, dijo.
Extendiendo las recomendaciones en época de calor, Méndez agregó que es importante mantener al bebé en un lugar fresco, garantizando un ambiente con ventilación o aire acondicionado y con ropa fresca o solo pañal, sin medias. «El baño diario es importante en este sentido para regular la temperatura del bebé, mojar su cabeza de vez en cuando, pero ante todo la lactancia materna actúa como protección de la deshidratación y de cualquier tipo de enfermedades».
Cambiar la ropa de cama de manera frecuente y asegurar la ventilación de los espacios son otras de las recomendaciones que elevó Méndez para las mamás. “La mamá además debe estar hidratada por lo menos a través del consumo de dos litros de líquido por día, debe ingerirlos paulatinamente, especialmente antes y después de dar la teta, que debe darse en lo posible de sentada, para prevenir riesgos si se suceden mareos o episodios de debilidad”.
En el actual contexto de pandemia Méndez aclaró que aquellas madres sospechosas o contagiadas de Covid-19, no deben dejar de amamantar a sus bebés, porque no se ha comprobado hasta el momento que el virus pueda ser transmitido a través de la leche de la madre. La mamá sí debe tener la precaución de usar barbijo durante la lactancia, la higiene del hogar y del lavado de manos antes y después de dar la teta.
“Es fundamental no cortar ni separar el vínculo establecido entre madre y niño a través de la lactancia materna, porque esto puede perjudicar su salud. Este vínculo es esencial para que el niño crezca con todas las defensas, es como si fuese su primera vacuna”, enfatizó la profesional y agregó que la medicación para el Covid no pasa a través de la leche de la madre y no está contraindicada, por ende incluso si la madre se encuentra en tratamiento para Coronavirus puede continuar dando la teta.
“La mejor prevención es dar la teta, no hay producto que se haya fabricado que pueda reemplazarla. En esta época de verano lo mejor es asegurar la lactancia materna, para el vínculo, para prevenir el Covid y múltiples otras enfermedades la respuesta también es la lactancia materna, este es un recurso de oro”, finalizó.