La tartamudez es una característica del habla, no una enfermedad
En el Día Internacional de la toma de Conciencia de la Tartamudez profesionales de todo el sistema se reunieron en el hospital Avellaneda, el primero y único del país en contar con un consultorio especializado en el abordaje de esta temática.
La mesa panel contó con la participación de distintos especialistas, de esta manera se buscó resaltar la importancia de un abordaje interdisciplinario para atender esta temática. El doctor Miguel Ferre Contreras, subdirector del hospital de Clínicas Nicolás Avellaneda, remarcó la necesidad de que profesionales, de los distintos niveles, sean permanentemente capacitados. “Este tipo de intercambios nos enriquece porque podemos conocer cuál es la situación específica de cada centro y trabajar en equipo, para poder crecer aún más como sistema”, añadió.
El trabajo coordinado entre los ministerios de Salud y de Educación se ha logrado una amplia difusión de esta situación, esto se ha trasladado a la cantidad, en aumento, de las consultas y también de los tratamientos, gracias a la detección precoz.
La tartamudez es un trastorno del habla (no del lenguaje) que se caracteriza por interrupciones involuntarias que se acompañan de tensión muscular en cara y cuello, miedo y estrés. Es una característica del habla, no es una enfermedad, por lo tanto, no tiene cura, pero sí puede ser tratada. Es cíclica, puede aparecer y reaparecer en distintas etapas de la vida, por eso lo primordial es capacitar a los profesionales, ofreciéndoles las herramientas necesarias para poder acompañar a la persona en cada una de ellas.
Tucumán es la primera provincia del país, y la única hasta el momento, en contar con un consultorio que se dedica específicamente a detectar y tratar la tartamudez. La licenciada Lina Almazán está a cargo del área y resaltó cómo puede reconocerse esta característica del habla: “Si en la familia hay antecedentes es un indicio para hacer la consulta temprana, también si el niño hace algún esfuerzo para hablar o manifiesta alguna forma de movimiento en su cuerpo, transpira más de lo normal. Aparece con mayor frecuencia a partir del año y 8 meses, en plena etapa de desarrollo”.
La coordinadora de la Unidad de Fonoaudiología del efector, la licencia María Celiba Babot, contó que cuentan con diferentes profesionales que atienden las áreas de audiología y foniatría, donde se realizan distintas prácticas, y como referentes del tema, consideró importante continuar con la capacitación permanente a profesionales de otros centros. “Tenemos muchos pacientes gracias al área de detección temprana de hipoacusia, atendidos otros problemáticas más de la comunicación, la audición y la deglución, a personas de todas las edades. Recibimos muchas consultas sobre tartamudez, por eso celebramos esta iniciativa de actualizar a los colegas sobre esta temática, para que se pueda hacer la detección precoz y el tratamiento, como también el seguimiento”, declaró.
La capacitación permanente a distintos especialistas como fonoaudiólogos, pediatras, y psimotricistas facilitará la detección precoz, el diagnóstico y el tratamiento oportuno para poder ayudar a la persona que tenga tartamudez. El objetivo es, señaló la licencia Karina Burgos, referente de Fonoaudiología del PRIS, es que los pacientes pueden recibir la atención integral que requieren en los centros más cercanos a sus domicilios.
“El cuerpo habla”, así lo expuso la psicomotrista Silvina Brover, referente del departamento de Rehabilitación. En la oportunidad señaló el importante aporte desde el cuerpo, la mirada, las acciones, que pueden ayudar desde esa especialidad, agradeciendo al tiempo la posibilidad de participar de este encuentro para fomentar un trabajo en equipo y multidisciplinario.