La Unidad Centinela de Hepatitis Virales invita a la comunidad a participar de una jornada de prevención
La doctora María Daniela Pérez, hepatóloga del servicio de Gastroenterología del hospital y miembro de la Unidad Centinela de Hepatitis Virales que funciona en la institución, ofreció detalles acerca de la afección que, por iniciativa de la Organización Mundial de la Salud, se conmemora cada 28 de julio con el objetivo de concientizar acerca de la importancia de sus controles y diagnóstico oportuno.
En este marco el día lunes 29 a partir de las 8:30 y hasta las 12:30 horas se realizará una jornada en el hall central del hospital donde se llevará adelante campaña abierta de difusión, controles espontáneos, solicitudes de laboratorio y vacunación.
El Día de Lucha Contra las Hepatitis Virales se instituyó bajo la premisa de la OMS, que trabaja para la erradicación de las hepatitis virales para el año 2030.
Si bien todo el año se desarrollan iniciativas en pos de conseguir el objetivo, en esta fecha se intensifican las campañas de erradicación de las hepatitis, tanto de las que tienen tratamiento como de las que se pueden combatir a través de vacunación.
La Unidad Centinela Nacional funciona con sede central en el Instituto Malbran de Buenos Aires y la del Padilla funciona como Unidad desde Tucumán. En la sede local se realizan actividades de prevención, detección, tratamiento y de vigilancia epidemiológica sobre las hepatitis virales.
“En este Servicio no solo se ofrece la consulta médica de pacientes enfermos por alguna hepatopatía, sino que solicitamos los laboratorios necesarios para un diagnóstico oportuno, los pedidos de vacunación y de controles abiertos a la comunidad, que puede acercarse por ventanilla de admisión y solicitar su turno ante cualquier duda que se les presente”, contó Pérez.
Las hepatitis virales implican la aparición de distintos virus que tienen una cierta predisposición por el hígado. De acuerdo al virus los síntomas y edades en las que afecta suelen variar.
La hepatitis “A” era conocida por tener mayor incidencia en la población infantil, el grueso de las personas la presentó en la niñez con síntomas tales como una coloración amarilla de la piel, heces claras y orina de un tono turbio. Se trata de una hepatitis autolimitante que no produce hepatitis crónicas y que, en Argentina por ley desde 2005, está contemplada en el calendario nacional gratuito y obligatorio de vacunación, estrategia con la que prácticamente se logró su eliminación.
Las hepatitis “B” y “C” se transmiten principalmente por vía parenteral y suelen tener mayor incidencia en pacientes en edad de adultez, provocan cronicidad y no dan síntomas en sus inicios. “La hepatitis B puede ser transmitida tanto por vía sanguínea, como por relaciones sexuales o a través de madre a hijo durante el embarazo. No tiene cura una vez presente, pero sí existe vacuna libre y en calendario para prevenirla y un tratamiento de control periódico”, detalló la especialista.
Por su parte la hepatitis “C” todavía no cuenta con una inmunización que la prevenga, pero desde 2015 se cuenta con un tratamiento eficaz que suele rondar las 12 semanas de duración y que logra eliminar alrededor del 98 por ciento del virus en los pacientes. Por eso es fundamental detectarlo tempranamente a través de la realización de análisis que puede indicar cualquier especialista médico.
Las doctoras Dolores Murga, Ana Palazzo y Moira Zunino completan este equipo de vigilancia y tratamiento que funciona todo el año en el hospital Padilla.