Lanzaron oficialmente el servicio educativo en el hospital Avellaneda
La ministra de Salud Pública, doctora Rossana Chahla, y el ministro de Educación, doctor Juan Pablo Lichtmajer, concurrieron al efector para dejar en marcha de manera oficial la sede de la escuela donde los niños pacientes y también las mamás de neonatos podrán continuar sus estudios.
El servicio educativo que funciona todos los días de 14 a 18 horas en el hospital de Clínicas Nicolás Avellaneda, bajo la modalidad hospitalaria y domiciliaria, asegura la trayectoria escolar de los niños internados en ese efector, quienes por su situación particular de salud no pueden continuar su educación en sus escuelas de origen.
La escuela en el hospital acompañará a los niños y también a sus papás en este proceso de aprendizaje y enseñanza, asegurando su trayectoria escolar para que puedan cumplir con su formación educativa. “La educación es una terapia más, ayuda a curar y sanar, lo vemos a diario y lo escuchamos del testimonio de las mamás, de los pacientes como Priscila que ingresó el lunes a internación y ya está con su maestra particular”, manifestó la doctora Chahla, agregando que este trabajo coordinado y articulado con Educación parte de dos premisas de gobierno del doctor Juan Manzur: la salud al alcance de todos y los chicos en la escuela.
Esta modalidad, incluida en nuestro sistema educativo, ya se viene realizando en otros hospitales como el Eva Perón, Obarrio y del Niño Jesús, con el objetivo de replicar el servicio en otros centros de salud.
“Estamos reafirmando el carácter prioritarios que la salud y la educación tienen en el bienestar de una persona, esa es la prioridad del gobernador Manzur, y estamos trabajando en ese sentido desde el primer momento junto a Salud, y como dijo la ministra Chahla, estudiar es una terapia más que trae esperanzas, motiva, por esto es necesario seguir profundizando al máximo los vínculos”, declaró por su parte el ministro Lichtmajer, agradeciendo a la dirección y al personal del hospital, al equipo de docentes por el valioso trabajo que realizan, y también a las mamás de neonatos que tuvieron la iniciativa de ampliar el servicio para que ellas también pudieran completar sus estudios, junto a sus niños.
Estudiar, una terapia
Claudia Miranda es profesora de la escuela Domiciliaria con extensión Hospitalaria “Elizabeth Kenny”, trabaja hace 3 años en esa modalidad y cuenta que ayuda a los chicos que cursan de primero a sexto año del nivel secundario a continuar con su trayectoria escolar para que no se retrasen mientras están internados. Pero no solo eso, el proceso de enseñanza incluye juegos, cantos que también los alivia, los distrae, mientras aprenden. Asegura que esto es parte de un trabajo en equipo, no solo con docentes, sino con el personal del efector a quienes agradeció por el apoyo desde el primer momento.
“Les brindamos todos los contenidos para que tengan acceso a la educación, un derecho tan importante que tienen todas las personas”, remarca por su parte Laura Leiva, docente también de la modalidad hospitalaria, ella trabaja con niños del nivel primario que por su situación de enfermedad no pueden ir a sus escuelas. “Agradezco al Ministerio de Salud y al Ministerio de Educación por garantizar la permanencia de estos chicos en el sistema educativo, atendiendo las necesidades particulares de cada uno de ellos”, añadió.
“Si estaba en mi casa no iba a poder hacer las cosas que me piden los médicos”, reconoce Morena de 10 años mientras repasa los cuentos y leyendas que les enseña la señorita Laura. Priscila de 14, está internada desde el lunes y agradece el trabajo de la profesora Claudia para no retrasarse y poder cumplir con los exámenes igual que sus compañeros. “Todavía no tengo fecha de pruebas, pero puedo ir preparándome”, contó entusiasmada.