Llevan a cabo un proyecto innovador para brindar agua potable en cuatro barrios de San Pablo
El plan que ya lleva nueve meses de trabajo, cuenta con un sistema de control con alarma que permite avisar a las autoridades responsables cuando el nivel de cloro está por debajo de lo normal. De este modo, garantizar el acceso a la comunidad.
Sobre esto, la titular de la Dirección de Salud Ambiental del SIPROSA, ingeniera Julieta Migliavacca, dijo: “El proyecto que está financiado por el Consejo Federal de Ciencia y Tecnología, a través de la Secretaria de estado de Innovación y Desarrollo Tecnológico (Sidetec), tiene como objetivo garantizar el acceso de agua potable a una comunidad de 6000 habitantes”.
En este caso, explicó, los vecinos sí contaban con agua de red, pero el proyecto está enfocado en un mecanismo de control con un sistema de alarma, donde se activan las mismas cuando el nivel de cloro baja dentro de la red.
“Está enmarcado en cuatro barrios de la localidad de San Pablo. La alarma le suena en el celular al pocero que depende de la comuna de San Pablo, para que inicie las acciones correctivas pertinentes. Lo coordinamos desde la Dirección de Salud Ambiental y participan también la comuna, Saneamiento Básico con el control y monitoreo de agua potable”, resumió.
Por su parte, la jefa del departamento de Saneamiento Básico de la Dirección General de Salud Ambiental, bioquímica Silvina Gerstenfeld, destacó que se trata de un plan innovador, pionero en la provincia.
“Se trabajó en forma conjunta, desde el Ministerio de Salud con personal del Servicio Provincial de Agua Potable y Saneamiento (Sepapays) que es el ente regulador, y personal de la comuna de San Pablo. Los barrios involucrados son Toledo, Villa de Rosario, Alberdi y Colonia 4. La idea es controlar la cloración del agua, ya que es el desinfectante que puede matar los microorganismos y es una de las condiciones para que el agua cumpla con las características para el consumo humano”, comentó.
Lo innovador, entonces, es que se colocaron unos sensores que están relacionados con las bombas de inyección y nivel de cloro, de tal manera que ante un desperfecto el pocero recibe un mensaje de texto en su celular, advirtiendo la situación.
“El agua potable es un derecho de todas las personas. El hecho de garantizar la calidad que tiene el agua es importante para prevenir enfermedades de origen hídrico, hay muchas patologías que se transmiten a través de agua”, recalcó.
El proyecto comenzó en noviembre del año pasado con una etapa inicial de control. En este momento está finalizando la primera etapa.
“Estaba planteado para llevarlo a cabo en 12 meses; ya llegamos a los 9 de la primera etapa. El sistema ya está implementado y nosotros seguimos haciendo los chequeos y controles de cloro y calidad de agua; sacamos muestras en distintos puntos y vamos analizando. En esta instancia que hoy nos encontramos, estamos comenzando con la difusión del proyecto a los vecinos, les contamos sobre esto y sus beneficios. Esto es importante porque no se trata sólo de la implementación tecnológica sino la transferencia del beneficio a la comunidad. La última etapa de tres meses más, es una reevaluación de los cambios y re-analizar si hay otra cosa para mejorar aun y después una encuesta de satisfacción a la población”, finalizó Gerstenfeld.