Los orzuelos: sus implicancias con otras enfermedades y cómo actuar al respecto
El jefe del servicio de Oftalmología del hospital Centro de Salud, doctor Daniel Fernando Dilascio, explica que son estas protuberancias tan comunes en la sociedad y lo importante de acudir al médico tempranamente para detectar otras patologías aparejadas.
“El orzuelo es como un granito en el párpado del ojo. Se puede dar en cualquier etapa de la vida. Cuando aparece en la infancia, lo más común es que sea por un vicio de refracción, es decir que el niño necesite anteojos. En los adolescentes suele suceder cuando tienen un esfuerzo visual, no tienen un vicio corregido”, comienza diciendo el referente.
Y continúa: “Lo que se está viendo ahora en los jóvenes es que están haciendo tratamientos en las pestañas para arquearse o ponerse pestañas postizas, al tapar la emergencia de esas glándulas, se obstruyen y se produce el orzuelo”.
Por su parte, en las personas adultas, cuando se manifiesta hay que descartar patologías como la diabetes o aquellas inmunocompetentes. Es muy habitual, cuenta, que un paciente diabético consulte primeramente por un orzuelo sin saber que tiene esta enfermedad, y a través de los controles que hace el médico se diagnostique diabetes.
“Siempre hay que ir al oftalmólogo o médico de acuerdo a la patología que se presenta. En este caso del orzuelo, lo primero que llama la atención es el dolor en el ojo. Normalmente, las personas piensan en comprimirlo, apretarlo para que drene, y eso está contraindicado”, advierte.
Entonces aconseja darle un poco de calor seco a la zona. Se puede calentar un pañuelo con una plancha o frotar un metal que conserve el calor, para que ayude en el proceso de maduración y se ablande el contenido de ese orzuelo y luego sea expulsado.
“Cuando ese orzuelo no se resuelve espontáneamente, el oftalmólogo también le puede dar un tratamiento médico con gotas y con ungüentos antibióticos. En algunos casos también requiere antibióticos por vía oral, y cuando se hace crónico, la resolución es quirúrgica”, detalla.
Por ello, refuerza la idea de que hay que acudir oportunamente al especialista. El profesional podrá evaluar y sacar conclusiones sobre por qué se produjo el orzuelo: ya sea por un vicio de refracción, por alguna enfermedad inmunocompetente o simplemente porque la persona no se quitó bien el maquillaje, se puso una pestaña postiza que va tapando las glándulas. Además, esto último puede complicarse y desencadenar una conjuntivitis.
Cada cuánto acudir al chequeo visual
“Al oftalmólogo deben ir hasta los seis años de vida de forma obligatoria. Cuando nace el bebé se le hace un examen oftalmológico del neonato que por ley hay que hacer los controles; esto se practica en la sala de neonatología. Luego se debe hacer otro control al año de vida, y posteriormente los controles para ingresar a la edad escolar”, aconseja Dilascio.
Cuando la persona crece, es importante hacer el chequeo al ingresar a la secundaria y otra vez para la universidad.
“Si el paciente tiene alguna patología, se hacen los chequeos de forma más periódica. Las personas que no tuvieron patologías, a partir de los 40 años deben hacer un control oftalmológico anual para diagnosticar enfermedades como diabetes, glaucoma, entre otras. Cabe destacar que muchas de ellas pueden manifestarse con un orzuelo”, cierra.