Más de una veintena de intervenciones exitosas en el Hospital Eva Perón
El equipo de Eduardo Hassan, jefe del servicio de cirugía y traumatología oral y maxilofacial del Hospital Padilla, ha practicado más de una veintena de intervenciones quirúrgicas con éxito. El resultado es la satisfacción de los profesionales y la felicidad y agradecimiento de los pacientes y sus familiares.
“Soy una fanática del sistema público de salud. Si siento que mi salud está en riesgo sé que en los hospitales están los mejores profesionales y hoy puedo dar testimonio de eso”, dijo Raquel Saitu, quien fue intervenida por el equipo de Hassan en el Hospital Eva Perón para extraerle un quiste mandibular.
“En pocos minutos me voy a casa muy feliz y dándome la razón cuando digo que la salud pública no tiene nada que envidiarle a la privada”, añadió.
El profesional, por su parte, expresó: “La cirugía maxilofacial es la especialidad médico- quirúrgica que se ocupa de las patologías de la cara, cavidad bucal, estructura de la cabeza y el cuello hasta el hueso hioides. Incluye en un plano imaginario la parte superior del rostro hasta el nacimiento de los cabellos, hacia abajo en el cuello hasta el hueso hioides y el límite lateral hacia atrás hasta el pabellón auditivo. Todo lo que está dentro de esos límites implica la cirugía maxilofacial.”
Por estos motivos, en la práctica de estas cirugías, y por su grado de complejidad, se necesita un equipo multidisciplinario: oftalmólogo, otorrinolaringólogo y neurocirujano. “La razón principal es que una patología no comienza y termina en un campo limitado; por tanto, necesitamos de la participación de los colegas especializados en otras áreas”, agregó el profesional.
Además, el cirujano comentó: “No existe en el sistema público ni en el privado otro equipo que actúe con la premisa con que éste lo hace. Es decir, trabajamos 365 días del año, 24 horas al día, en cualquier momento que un paciente nos necesite estamos disponibles. Desde luego, existen cirujanos de cabeza y cuello, pero un equipo con esta filosofía, no lo hay”. También agregó que las cirugías maxilofaciales en Tucumán se practican desde hace muchos años y el precursor en este campo fue el doctor Formoso, gran maestro y formador para sus discípulos.
Más tarde tomó la posta como profesor y formador de profesionales Hassan, quien comenzó liderando el equipo hace quince años en el Hospital Ángel C. Padilla.
Con el paso del tiempo se fueron sumando los profesionales que hoy lo acompañan, los odontólogos especializados en cirugía traumatológica y cirugía maxilofacial: Alejandro Dip Mora, Jorge W. Sotto, José María Robles, Sara Alperovich y Eliana B. Imfellizzere, y José Antonio Ruiz, cirujano plástico.
Actualmente, este grupo de trabajo también hace su práctica en el Hospital Eva Perón, con un nivel distinto de complejidad, y próximamente lo hará en el recientemente inaugurado Hospital de Día Presidente Néstor Kirchner. “Yo puedo dar testimonio de la eficiencia del trabajo en red en salud pública. Nuestra agenda de trabajo se ha visto descomprimida desde que podemos trabajar simultáneamente en los distintos centros hospitalarios. De este modo aliviamos el dolor del paciente con mayor celeridad y al mismo tiempo hay mayor rendimiento del recurso humano y de los recursos físicos del sistema sanitario”, finalizó.
Para concluir, el jefe del servicio comentó que antes de programar una cirugía en otro hospital era muy complicado. Hoy, gracias a la informatización del sistema de gestión hospitalaria es muy fácil programar una cirugía y que todo resulte como fue previsto y organizado.
Historia de Vida
A sus 15 años, su mayor sueño en la vida era hablar otra vez
Una de las historias de vida más importantes para este equipo de trabajo que se recuerda con mucha emoción, es haberle devuelto el habla a una jovencita que había sufrido un accidente que la dejó temporalmente discapacitada.
Hassan relató la historia de una nena que al momento que sufrir el accidente tenía siete años. “La nena fue aplastada por una pileta de cemento que cayó sobre su cabeza y, al derribarla, se fractura ambos cóndilos, (protuberancia entre dos huesos para formar la articulación). La inmovilidad de la boca y la imposibilidad de articular durante mucho tiempo produjo que la articulación se ligara, formando un solo hueso”, contó el experto.
La pequeña se alimentaba con comidas blandas y a través de un sorbete. Desde luego solo podía comunicarse por señas o escribiendo. “La paciente llega a nosotros derivada desde el Hospital del Niño Jesús, con la posibilidad de abrir la boca solo un centímetro, los huesos anquilosados, es decir, soldados, y con la carga emocional de haber padecido muchos años con una pésima calidad de vida”, agregó.
El equipo llevó a cabo las cirugías, removieron los cayos óseos de ambos lados, le otorgaron la articulación que no tenía y cumplieron el mayor sueño de la joven hasta ese momento en la vida: llegar a sus cumpleaños número 15 (cinco días después de dada el alta) pudiendo hablar.[/destacado]