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Medina Ruiz acompañó a Jaldo en la firma de un convenio con Iglesias y ONGs para luchar contra las drogas

El ministro de Salud, doctor Luis Medina Ruiz, presenció el acto presidido por el gobernador Osvaldo Jaldo. El programa será llevado adelante entre las secretarías de Culto y de Políticas Integrales contra las Adicciones con los referentes y actores de la sociedad tucumana.

Acompañaron al primer mandatario los ministros Regino Amado, de Gobierno y Justicia, y Federico Masso, de Desarrollo Social; el secretario general de la Gobernación, Federico Nazur, la diputada nacional Gladys Medina, la intendenta de San Miguel de Tucumán, Rossana Chahla, Roxana Díaz, de Culto y Lucas Haurigot Posse, de Adicciones.

Además, estuvieron presentes el legislador Gerónimo Vargas Aignasse, la secretaria de Relaciones Internacionales y Empresariales, Virginia Ávila, el secretario de Gestión Pública y Planeamiento, Javier Morof, la titular del Registro Civil y de las Personas, Carolina Bidegorry, entre otros.

El objetivo es trabajar articuladamente desde el Estado con las instituciones religiosas para capacitar y fomentar el liderazgo positivo, la participación y el compromiso social, promoviendo una juventud consciente e informada para enfrentar el flagelo que tantos jóvenes están sufriendo como es el consumo problemático de sustancias.

El gobernador Jaldo celebró la firma de un convenio histórico para combatir las adicciones en Tucumán y destacó que las sustancias son un problema que requiere la responsabilidad de todos. “La droga es un problema y es una responsabilidad de todos, donde ninguno podemos mirar para otro lado”, afirmó. Resaltó que las iglesias, las organizaciones civiles y cada vecino realizaron un “gran esfuerzo titánico” para contener y reinsertar a quienes cayeron en el consumo.

La droga es un problema y es una responsabilidad de todos. Donde ninguno podemos mirar para otro lado. Por eso quiero celebrar este convenio que hoy se están firmando con las autoridades del gobierno de la provincia, pero fundamentalmente también con quien vienen haciendo ese gran esfuerzo titánico y sacrificio para la contención, la inserción, que son las diferentes iglesias de la provincia, las organizaciones intermedias de la provincia y también cada uno de los vecinos y vecinas que siempre tienen esa mano solidaria atendida para recuperar a una persona que voluntaria o involuntariamente se ha transformado en un consumidor. (Osvaldo Jaldo)

Jaldo indicó que el gobierno tomó decisiones firmes para abordar la problemática y sostuvo que ninguno estaba exento de verse afectado por las sustancias tóxicas. “Si todos trabajamos en equipo, no hay ninguna lucha perdida; no son más que nosotros”, aseguró. Subrayó que el Estado persiguió a quienes comercializan drogas y aplicó la ley incluso contra pequeños distribuidores.

El gobernador enfatizó que la estrategia incluía recorrer toda la provincia, desde La Cocha hasta Trancas, para intervenir en cada barrio. Afirmó que el objetivo era recuperar y reinsertar a los jóvenes, ofreciéndoles educación, trabajo y la posibilidad de formar una familia digna.

Finalmente, Jaldo agradeció a las iglesias, organizaciones y jóvenes por su compromiso y reiteró que el Estado y la comunidad debían actuar unidos. “La droga es un problema de todos y ninguno podemos mirar para otro lado”, concluyó.

Plan de acción

Díaz agradeció al gobierno de Jaldo por “darme la posibilidad de trabajar juntos en esta problemática (el de la droga) que nos golpeó a todos”. Recordó que durante el año de gestión del gobernador realizaron capacitaciones en consumos problemáticos y destacó que en dos encuentros masivos “participaron más de mil seiscientos líderes religiosos”. Explicó que los templos recibieron demandas constantes y que fue necesario “fortalecer a los ministros religiosos para que puedan acompañar a quienes pedían ayuda”.

Díaz anunció un nuevo plan de acción orientado a los jóvenes. “Queremos que ellos sean agentes de cambio”, afirmó.

Explicó que el programa consistió en capacitarlos, darles certificación y organizar con ellos actividades sociales, culturales, espirituales y deportivas en sus barrios. “Ellos son el engranaje que nos faltaba, los que podían transformar la realidad”, sostuvo.