Mitos y verdades sobre el dengue y cómo se transmite
La docente investigadora del Instituto Superior de Entomología de la Facultad de Ciencias Naturales de la UNT, especialista en el mosquito aedes aegypti, Giselle Rodríguez, cuenta acerca de cómo se comporta el mosquito que transmite esta enfermedad, cuánto tiempo sobrevive, su historia en el país, y cómo hacer una prevención oportuna para evitar los contagios.
Actualmente, la profesional se encuentra trabajando articuladamente con referentes del Siprosa, entre los que destaca la figura de la jefa del departamento de Prevención de Riesgos Ambientales, ingeniera Julieta Migliavacca, en un proyecto de monitoreo del mosquito y sus huevos a lo largo del año en el Gran San Miguel de Tucumán. Buscan conocer el estado de las poblaciones del vector en la provincia, incluso en el periodo inter-epidémico (cuando no circula el mosquito adulto) que es el momento recomendado para ejecutar las acciones de prevención.
A continuación, la entrevista completa con la especialista
¿Cuánto sobrevive el mosquito aedes aegypti?
Este mosquito es de tipo diurno y urbano. Se observó que en el laboratorio puede vivir entre uno y dos meses en condiciones que son ideales, es decir que tiene un promedio de vida en la naturaleza de alrededor de un mes, cuando las condiciones ambientales son óptimas en cuestión de temperatura, precipitaciones y fotoperíodo. En la provincia la capacidad de supervivencia del mosquito va cambiando desde que aparece en la primavera temprana hasta que desaparece en el otoño tardío; registrándose su máxima actividad en el verano tardío en los meses de marzo y abril.
¿Puede vivir en bajas temperaturas? ¿Qué pasa en el invierno con los huevos?
En su estado adulto, el mosquito no resiste temperaturas sostenidas por debajo de los 15°C. Es por ello que durante la temporada fría en la provincia, a partir de mediados de mayo aproximadamente, no se registra actividad del mosquito adulto lo que significa el cese de la transmisión de las enfermedades que vehiculiza la forma adulta.
Las bajas temperaturas juegan un papel esencial en la actividad del mosquito adulto, especialmente cuando están combinadas con la ausencia de precipitaciones que va acompañando a la llegada del invierno en nuestra provincia.
Si bien el estado adulto desaparece bajo las influencias de estos factores, los huevos suelen resistir estas condiciones de frío y sequía, pudiendo permanecer con vida en latencia, por periodos mayores a un año. Estos huevos son los responsables de restablecer a las poblaciones adultas y reanudar un nuevo ciclo cuando llegan las precipitaciones y las temperaturas más agradables con la primavera.
¿En Tucumán puede haber mosquitos todo el año?
En Tucumán, el mosquito aedes aegyptis está presente todo el año; de septiembre a mayo podemos encontrarlo en todas sus formas del ciclo (larvas, huevos, pupas y adultos), pero especialmente en su estado adulto que es el que conocemos todos, el que nos pica y transmite enfermedades. Y de mayo a septiembre el vector también está presente pero en su estado de huevo de resistencia. Sus huevos pueden resistir periodos de sequías y bajas temperaturas, esperando a que se restablezcan las condiciones óptimas para reanudar su ciclo de vida. Si bien se ha registrado tolerancia al frío por parte de este mosquito, viéndose una expansión geográfica cada vez mayor hacia las provincias del sur y en otras regiones del mundo, en Tucumán el vector mantiene este comportamiento estacional, con la desaparición de los adultos registrándose cuando las temperaturas son bajas, por debajo de 15°C.
Es un mosquito oportunista, muy resistente y súper adaptable; se adapta a las nuevas condiciones que el humano va generando pero por el momento no se registraron cambios en la actividad. Su presencia sigue siendo estacional.
En estos momentos la actividad del vector se encuentra muy reducida, con un máximo de actividad que se registra a partir del mediodía aproximadamente cuando la jornada es un poco más cálida. A la mañana temprano, cuando la jornada está más fresca, casi no aparece.
¿La epidemia de dengue es cíclica? ¿Cada tantos años tendremos una? ¿Por qué?
Hace un tiempo se hablaba sobre que las epidemias de dengue se producían con un lapso de 10 años aproximadamente. Pero desde su reemergencia, es decir desde que reapareció el dengue en Argentina, no se viene comportando con esa dinámica; los brotes sucedían cada vez mayores y separados por lapsos cada vez menores.
El primer brote en Argentina luego de la reaparición del mosquito aedes aegyptis fue en 1997 y luego se sucedieron otros brotes de mayor magnitud: el del 2009, 2016 y el actual, que es el de mayor magnitud respecto a todos los anteriores.
El comportamiento del virus sí cambió en la provincia, actualmente tenemos circulación de dos serotipos, el uno y el cuatro; cuando tradicionalmente sólo circulaba el uno. La transmisión de la enfermedad y la circulación se ve favorecida por distintos factores, algunos de ellos son: el aumento de la densidad del vector; las temperaturas más cálidas aumentan el tiempo que el mosquito puede permanecer presente e infectado; mayor movimiento de los mosquitos y virus mediante el transporte aéreo, terrestre y acuático; la mayor densidad de huéspedes susceptibles que viven en hacinamientos también favorece a la transmisión; mayor duración del periodo cuando una persona puede transmitir el virus a un mosquito que no lo tiene, es decir infectar a un mosquito.
¿Cuáles estrategias de prevención se deberían aplicar para reducir los casos para el año que viene?
La inmunidad colectiva, los cambios metereológicos y los esfuerzos de control vectorial, van a ser los que finalmente van a contribuir a la finalización de esta epidemia. La incidencia mundial aumentó a las últimas décadas, extendiéndose su distribución geográfica. Este problema de salud pública es en gran medida resultado de comportamientos humanos, incluidos el crecimiento de la población. Todo esto si no se soluciona va a dificultar los problemas a futuro.
Esencialmente, el compromiso de la comunidad en general va a ser lo que dará respuesta a lo que pasará la temporada que viene que se reiniciará en septiembre de este año, no es necesario esperar al año que viene. Por lo tanto, es muy importante tomar conciencia que el problema del dengue es generado por nuestros comportamientos individuales dentro de nuestros hogares y nuestros comportamientos colectivos como sociedad, fuera de nuestros hogares y trabajando en conjunto con los vecinos. El control y la vigilancia temprana de los mosquitos va a ayudar a los sistemas responsables de la salud y saneamiento, a conocer cómo se está comportando el mosquito en la provincia a lo largo del año, cuáles son los momentos de aumento de la población y los sitios donde será necesario reforzar las acciones, siendo así más eficiencientes cada una de las intervenciones.