Mitos y verdades sobre las enfermedades bucales que aparecen en el embarazo
La jefa de la División Odontología, doctora Susana Blunda, explica realmente cuáles patologías son frecuentes en esta etapa y cómo cuidarse para llevar un embarazo sano y a tiempo.
“Vamos a comenzar hablando sobre la idea de la descalcificación de los dientes en la mujer embarazada, la creencia de que el bebé en gestación toma calcio de la mamá, esto es un mito. Hay que saber que sí puede haber más riesgo de formar caries por supuesto, pero porque hay un aumento en el consumo de los alimentos, sobre todo de los hidratos de carbono por los antojos. Y además por la acides que se produce durante el embarazo y la languidez que hace que la mujer coma con más frecuencia”, comienza diciendo la referente.
Otra de las patologías bucales que se presentan es la gingivitis. La embarazada sufre cambios hormonales a nivel de la encía que hace que éstas estén más predispuestas a la adherencia de la placa bacteriana y como consecuencia de eso, las encías se ponen rojas, sangrantes. Por tanto, generan una gingivitis que hay que tratarla porque si no se convierte en enfermedad periodontal, y sí existe riesgo.
“Existen publicaciones europeas y de Estados Unidos que hablan sobre que la enfermedad periodontal en la mujer embarazada y está asociada a nacimientos prematuros y niños de bajo peso; eso está demostrado”, advierte la profesional.
Otra enfermedad muy común durante este periodo es el épulis gravídico del embarazo. Se trata de un tumor que se produce en las encías como consecuencia de la adhesión de la placa bacteriana, es un conjunto de restos de bacteria, hidratos de carbono, elementos de la saliva. Se presenta con un aumento de volumen que tiende a ser sangrante. “Por supuesto que, al eliminarse y corregir la técnica de cepillado, no vuelve a aparecer más”, añade.
Luego la odontóloga cuenta sobre el Programa Nacional de Salud Bucal, el cual consta en la atención de la madre embarazada y recalca que esta se convierte en la primera protección al niño.
“No deja de ser un trabajo interdisciplinario entre los médicos, odontólogos y nutricionistas. Por suerte formamos un muy buen equipo, sobre todo en los hospitales, como en la Maternidad y Eva Perón. Los médicos cuando revisan a la paciente por primera vez, la derivan a los odontólogos. El objetivo es que la boca tenga salud y que le demos a la mamá el alta básica antes del parto, esto se traduce en tener libre de infecciones a la paciente. Finalmente, cuando la embarazada tiene la boca sana, se aplican medidas preventivas como la enseñanza de la técnica de cepillado, la aplicación de fluo, eliminación de sarro, y claramente un asesoramiento dietético que es fundamental”, cierra.