«Nosotros somos salud, somos servicio a la comunidad»
Tan pronto Elisa pronuncia la frase se ve en sus ojos y se siente en su voz la emoción y el orgullo. Ella es parte del equipo de Salud que brinda atención a pacientes sospechosos y confirmados de COVID-19 en La Rural y permaneció 17 días internada tras contraer el virus trabajando. Su historia es un ejemplo de compromiso y vocación de servicio, como la de tantos trabajadores de la sanidad que están en el primer frente de batalla dando lucha a la pandemia.
Elisa Lorca es licenciada en fonoaudiología en el Caps Yerba Buena y contó que desde el inicio de la pandemia sintió que no podía quedarse de brazos cruzados, aun cuando a priori podría pensarse que su especialidad no era tan requerida en este período: “Estuve trabajando de forma voluntaria en el armando de barbijos y llevando insumos y al personal de enfermería a vacunar con mi vehículo. La verdad es que siento que tengo mucha vocación de servicio y no me podía quedar quieta, más en esta situación en la que Salud tenía que salir al frente”.
En medio de estas tareas Elisa recibió el llamado de la jefa del Área Operativa Yerba Buena, doctora Claudia Dulac, para convocarla a asistir en la coordinación del trabajo que los equipos de salud desarrollarían en La Rural. Comenzaron con esa labor en mayo. Por sus manos pasaron más de 300 personas, entre ellas muchos eran trabajadores golondrina que cumplían con la cuarentena obligatoria, se hacían el hisopado y posteriormente continuaban con el aislamiento en sus casas, hasta que el contingente de un colectivo proveniente de Buenos Aires cambió todo.
En junio llegó el primer colectivo con múltiples casos positivos a Tucumán y respecto a lo generado durante esos días Elisa lamentó como el miedo en la sociedad y los comentarios tendieron a opacar el trabajo que se venía haciendo silenciosamente. Ya había pasado mucha gente por La Rural, pero la noticia con la que se quedaron fue “el colectivo de los contagios”, recuerda y aun así sostiene que no se desanimaron y continuaron trabajando en un terreno que era totalmente nuevo.
“El equipo que trabaja en La Rural es impresionante, está muy capacitado y al margen de eso tiene algo en lo que coincidimos todos que es la vocación de servicio y la empatía con el paciente. Recuerdo el shock, el silencio que se generaba cuando recibíamos la información de los primeros pacientes positivos, pero duraba pocos minutos hasta que todo el mundo se empezaba a preparar para salir y avisar a las personas lo que estaba sucediendo. Trabajamos mucho con ellos, estaban asustados y tratamos de darles todo el apoyo y la contención que necesitaban”, relata Elisa.
En este contexto no tardó en afinarse un protocolo que los especialistas llevaban adelante para dar aviso a la gente y actuar rápidamente coordinando la logística con la ambulancia que acudía en esos casos. “Para mí en lo personal este es un trabajo donde aprendí muchas cosas y sabíamos que estábamos expuestos al contagio, nos cuidábamos y ayudábamos entre todos. El detrás de escena de esto fue y es correr y acudir para que la gente esté protegida y cuente con todo lo indispensable durante el periodo de aislamiento”, definió.
“Yo vivo sola con mi hijo de 9 años y desde el primer caso positivo tomé la determinación de llevarlo a casa de mi mamá. Mi decisión fue estar aislada y cada una de las personas que trabajaban en La Rural tomó sus recaudos. Me comunicaba con mi niño a través de videollamadas y mi familia era consciente del trabajo que estaba haciendo”, continuó, al tiempo que contó fueron justamente las ganas de ver a su hijo las que la llevaron a realizarse el hisopado, que resultó positivo para el virus.
Sobre la enfermedad Elisa relata que inicialmente permaneció asintomática, pero que posteriormente empezaron síntomas intensos: Una fuerte presión en el pecho que le dificultaba respirar, dolores de cabeza agudos e intolerancia a nivel estomacal, hicieron que, cuando recibió la llamada de la ministra y el secretario Ejecutivo Médico para avisarle del positivo, pidiera asistencia médica.
“Rapidísimo tuve la ambulancia en la puerta de mi departamento. Fui al hospital Avellaneda primero, donde me atendieron, me hicieron la placa, todo muy organizado y ahí me comunicaron que necesitaba de cuidados intensivos porque mis pulmones estaban afectados. Me entregué confiando en el trabajo que los equipos médicos hacen y me trasladaron a la UTI del Centro de Salud, de donde destaco el compromiso de las enfermeras que tienen mucha empatía con el paciente”, afirmó.
Permaneció 17 días internada, pero su recuperación fue positiva, no requirió de oxígeno ni de plasma y logró salir rápidamente de cuidados intensivos, por lo cual agradece el apoyo de la gente y del Ministerio de Salud en la figura de sus autoridades, que se mostraron atentos a la evolución del cuadro: “Esto se debe remarcar y agradecer, de esa manera uno se siente más contenido. El virus no discrimina, los que discriminamos somos nosotros y la gente no debería señalar a la persona que está infectada, esa persona se encuentra angustiada y triste porque no elige eso y por no saber si ha contagiado a alguien de su entorno”.
Elisa ya recibió el alta y cuenta que el reencuentro con su hijo fue maravilloso. Luego de lo vivido se mostró segura: “Yo no me arrepiento absolutamente de nada, si tuviera que volver a vivir todo lo que he pasado lo volvería a hacer. Esto a mí me dio un gran aprendizaje, la posibilidad de conocer personas increíbles, de trabajar realmente en equipo con gente a la que no conocía pero que encajamos perfecto. Todos los que trabajamos en salud tenemos en mayor o menor medida esa vocación de servicio para brindarnos a los demás, no voy a cambiar de lugar de trabajo ni de equipo, quiero volver con lo mismo y con muchas ganas de ayudar a quienes más lo necesitan”.
Al momento de dar un mensaje a la comunidad la licenciada hizo hincapié en la toma de conciencia y responsabilidad en materia de cuidados y para todos los trabajadores de la salud más expuestos al virus, la licenciada priorizó la importancia de no tener miedo y confiar en lo que ellos saben: “Están capacitados para afrontar esta situación. Tenemos que ser fuertes y estar unidos. Nosotros somos salud, somos servicio a la comunidad”, concluyó.