Orgullo tucumano en acción con un Estado que produce salud

En una jornada cargada de emoción y compromiso, el Ministerio de Salud Pública de Tucumán, encabezado por el doctor Luis Medina Ruiz, protagonizó una entrega de equipamiento y mobiliario destinado a hospitales y Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS) de toda la provincia. Más de 360 piezas —incluyendo camillas, escritorios, alacenas, colchones, férulas, camisolines y sillas de ruedas— fueron producidas por el equipo de la Dirección General de Infraestructura, Mantenimiento y Equipamiento, con el apoyo de personal de planta y cooperativas.
Esta iniciativa reafirma el modelo de un Estado presente que no solo gestiona, sino que también produce. El ministro Medina Ruiz resaltó el valor simbólico de cada pieza fabricada: “No se trata solo de muebles. Cada camilla, cada escritorio, es una herramienta para cuidar a una persona, para mejorar su atención, para dignificar el trabajo de nuestros profesionales de la salud”. Acompañado por el secretario general de ATSA, Reneé Ramírez, el funcionario celebró la calidad del trabajo y la vocación de servicio de los más de 300 trabajadores involucrados.
El impacto de esta producción local no es solo logístico, sino profundamente humano. Los equipos entregados beneficiarán a 72 servicios de salud en toda la provincia, desde zonas rurales hasta centros urbanos, reforzando el acceso a una atención más digna y eficiente. Entre los elementos destacan camillas pediátricas y para personas con obesidad, ambos quirúrgicos, colchones articulados, sábanas y mobiliario especialmente diseñado para los distintos servicios.
La arquitecta Leticia Pulido, directora general de la dirección, subrayó el valor de una labor que, aunque silenciosa, sostiene buena parte del funcionamiento de los efectores públicos. “Lo que fabricamos no es un fin en sí mismo, sino un medio para garantizar salud en cada rincón de Tucumán”, expresó.
El ingeniero Luis Ramón Martín, director de Mantenimiento Técnico Hospitalario, puso en valor la coordinación entre las distintas áreas del departamento, que no solo fabrica insumos, sino que responde diariamente a necesidades edilicias y técnicas en tiempo real. “Es un trabajo silencioso pero imprescindible, que permite que los hospitales funcionen”, destacó.
Por su parte, el ingeniero José Sultanes, jefe del departamento de producción, recordó el inicio de este camino hace un año y medio, cuando se planteó el desafío de transformar la imagen de la institución. “Este lugar dejó de ser una mala palabra. Hoy es un símbolo de capacidad, dignidad y esfuerzo compartido”, afirmó, agradeciendo especialmente a quienes trabajan en cooperativas, muchas veces invisibilizados pero fundamentales para el engranaje de esta maquinaria solidaria.
Este hito no hubiese sido posible sin el respaldo político del gobernador Osvaldo Jaldo, a quien el ministro Medina Ruiz reconoció por impulsar un modelo de gestión centrado en el bienestar de la comunidad. “Estar cerca de la gente es también asegurar que cada médico, cada enfermero, cada paciente, cuente con las mejores condiciones posibles”, sostuvo el ministro.
La producción estatal de insumos hospitalarios en Tucumán demuestra que cuando se articula voluntad política, capacidad técnica y compromiso humano, el Estado puede ser un verdadero motor de desarrollo, dignidad y salud.