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Placenta previa: Causas y síntomas

La placenta previa ocurre cuando la placenta del bebé obstruye de manera total o parcial el cuello uterino de la madre (la salida del útero), esta puede provocar un sangrado grave durante el embarazo y el parto.

El doctor Pablo Alcorta, a cargo de la Unidad N°2 del Alto Riesgo de Maternidad, explicó que en el embarazo normalmente el domicilio, es decir en la ubicación de la placenta, es en el fondo del útero, en el techo. Así mismo, indicó que la placenta es previa es una alteración del domicilio, esto significa que la placenta no está en el fondo, sino cerca del cuello hacia abajo y se llama previa porque esta antes de la presentación (bebé). “Es decir, está el cuello, la placenta y después el bebé. Normalmente después del cuello lo que viene es el bebé  con lo cual esta paciente nunca podrá terminar en un parto normal, porque una vez que se dilate el cuello y al estar la placenta después generaría un sangrado grande y ostentoso, con lo cual son pacientes que no van a parto normal, sistemáticamente van a cesárea es una indicación absoluta”.

En la oportunidad, el profesional manifestó que el sangrado vaginal indoloro de color rojo brillante durante la segunda mitad del embarazo es el síntoma principal de placenta previa. “Puede pasar en paciente añosas, aquellas que tuvieron varios embarazos, o con úteros cicatrízales, es decir pacientes que han tenido cesáreas anteriores y operaciones porque le extrajeron un fibroma o mioma del útero, o aquellas que han tenido un legrado uterino. La zona queda vulnerable y habitualmente ahí es donde se asienta la placenta”

El diagnóstico de placenta previa es clínico y su confirmación, ecográfica. Se debe sospechar placenta previa en cualquier embarazada con sangrado vaginal más allá de la semana 20 de la gestación.  Si la paciente realiza un adecuado control de visitas prenatales el diagnóstico se establece durante una ecografía de control antes de que se presenten los síntomas, y se pueden adoptar medidas para prevenir hemorragias futuras. Si no se ha realizado una ecografía en el segundo trimestre y la embarazada refiere sangrado vaginal después de la semana 20, se debe hacer una ecografía para determinar la localización de la placenta.