Qué es la alopecia y a quiénes afecta
La dermatóloga asistencial del hospital Avellaneda, doctora Beatriz Gómez, brinda detalles sobre los diversos tipos de alopecia y cómo la pandemia favoreció a la aparición de este tipo de afección.
Alopecia significa caída de pelo, puede afectar tanto a hombres como a mujeres; y según detalla la especialista, se puede manifestar de las siguientes formas:
- Localizada: cuando se presentan sectores del cuero cabelludo sin pelo, comúnmente llamado “peladilla” o alopecia Areata como se lo denomina en medicina, y que significa caída de pelo en forma circular o en aros. Es una enfermedad de base autoinmune, es decir que las propias defensas del cuerpo la pueden generar, como déficit de hierro o proteína, trastornos tiroideos o situaciones de estrés emocional, siendo esto último lo más frecuente en este tiempo de pandemia. La Alopecia Areata es una entidad benigna que con un tratamiento, la zona afectada puede volver a poblarse; sin embargo de no tratarse a tiempo puede extenderse o generalizarse
- Universal o generalizada: puede extenderse en todo el cuero cabelludo llegando a perder no tan sólo el pelo de la cabeza, sino también de las cejas, las pestañas, o incluso otras partes del cuerpo
- Difusa o generalizada: se da en el varón en la zona del centro de la cabeza o las entradas, tiene que ver con lo hereditario o androgenético. También existe en la mujer, pero suele manifestarse como un retroceso en la línea capilar frontal, notándose una escasez de pelo.
Al respecto, la especialista comenta que la consulta más frecuente en estos tiempos de pandemia, y que está relacionado con el Covid-19, es el efluvio telógeno, una caída exagerada del pelo con mechones que obstruyen los desagües del baño o que se desprenden del cuero cabelludo al peinarse. Sin embargo, resulta reversible y se cura mediante un tratamiento de seis meses con medicación oral y localizada con lociones.
“En dermatología, ante cualquier caso de alopecia, tanto femenina como masculina, lo importante es evaluar al paciente; descartando trastornos tiroideos, posibles cuadros de anemia, baja de hierro o proteínas, deficiencia de aminoácidos como la cistina, y descartar posibles infecciones. Recién cuando tenemos un panorama completo y un diagnóstico preciso, se puede lograr un tratamiento efectivo”, finaliza Gómez.