Qué es la diverticulitis y a quiénes afecta
El jefe de Unidad de Gastroenterología del hospital Nicolás Avellaneda, doctor Pedro Rubén Farías, advierte que se trata de una enfermedad que aparece mayormente después de los 50 años, sobre todo en mujeres pero puede ser tratada a tiempo sin llegar a una cirugía.
Un divertículo es una pequeña bolsa que se forma en la pared del colon. La diverticulitis ocurre cuando esta bolsa se infecta y/o se inflama. En ese momento, puede aparecer ciertos síntomas que incluyen: dolor, fiebre y escalofríos. Si se la deja sin tratar, puede empeorar y llevar a la formación de abscesos o a la obstrucción intestinal. También puede crear en el colon un agujero que se conecta con otras estructuras tales como su vejiga u otras partes de sus intestinos. Esta conexión se denomina fístula y podría ser necesaria una cirugía para repararla.
“Primero entonces hay que ver al paciente con divertículos, y luego si tiene este paciente algún tipo de complicaciones en ciertas oportunidades, eso viene a ser parte de la diverticulitis. Los divertículos se forman en cualquier lugar del tubo digestivo. Con mucha mayor frecuencia aparecen los divertículos de colon y aún más de colon izquierdo. Los otros divertículos de esófago, intestinales, son menos frecuentes y puntuales”, explica el referente.
En general, para realizar el diagnóstico se acude a métodos complementarios aunque la clínica es soberana. Esta patología suele darse en personas mayores de 50 o 55 años, con mayor frecuencia en mujeres que tienden a formar un divertículo. Generalmente son pacientes constipadas por colon irritable; y dentro de la diferenciación de colon irritable por divertículo, el diagnóstico se lo hace por tomografía o video-colonoscopia.
“De la complicación de los divertículos, viene la derivación de diverticulitis con dolor abdominal; muchas veces parece un apendicitis pero del lado derecho. Teóricamente si no existe una complicación grave no son quirúrgicos. Generalmente se deben a micro perforaciones de los divertículos que producen una reacción peritoneal que es lo que produce el dolor y el paciente tiene que ser tratado no solamente con analgésicos o antiespasmódicos, sino que debe hacer una dieta más estricta y agregar antibióticos”, sostiene Farías.
Además, expone que en la etapa aguda de la diverticulitis (cuando hay infección) no es conveniente hacer una colonoscopia. Lo ideal es hacer una tomografía computada y determinar la zona de los divertículos y el grado de inflamación que tiene.
“En estos pacientes con cierto grado de ansiedad que repercute sobre los intestinos, hay una tendencia al colon irritable o constipación, así que hay que tratar la constipación con dietas con más fibra, a veces agregarle vaselina líquida, y también ansiolíticos para disminuir la carga sobre el tubo digestivo. Se debe evitar el calor, el vapor, las comidas muy condimentadas o el exceso de verduras de hojas que pueden perjudicar al divertículo. El paciente con colopatía diverticular no tiene que recibir la fibra por completo pero sí tiene que tener una medida de fibra, para que tenga más volumen la materia fecal. Al tener más volumen el intestino sufre menos, trabaja menos para producir el acto de ir de vientre. Y es importante que no pase más de uno o dos días sin ir de vientre”, comenta el profesional médico.
Actualmente, los cuadros agudos de diverticulitis se están tratando mediante la guardia del hospital Avellaneda. Si la o el paciente puede ser tratado con antibióticos de manera ambulatoria, no es necesario que quede internado en el efector.
Es fundamental la consulta temprana con el médico, para reforzar con dieta y medicación y así no llegar a un cuadro muy agudo.