Qué es un soplo cardíaco en los niños y bebés
A muchos chicos les detectan un soplo cardíaco en algún momento de su vida. La mayoría de ellos no deben ser motivo de preocupación y no repercuten en la salud del niño.
Un soplo cardíaco no es más que un ruido suave que produce la sangre al pasar por el corazón. Generalmente, el pediatra puede reconocerlo al hacer una auscultación con el estetoscopio. El soplo en el corazón es el resultado de un examen, no es una enfermedad. El pediatra y el cardiólogo infantil pueden determinar si el soplo es funcional (lo cual significa que el niño está sano) o si existe un problema cardíaco específico.
La cardióloga infantil del hospital Avellaneda, doctora Noelia Ponce, explicó que los niños que necesitan control son: hijo de madre que tuvo diabetes durante el embarazo; sospecha de síndrome genético; cuando no puede aumentar de peso; cursa enfermedad respiratoria y todo lo que el pediatra considere importante.
“Un niño no es un adulto pequeño, por lo que las enfermedades son distintas y en cardiología sobre todo. El soplo es frecuente de detectar y son los pediatras los primeros que encuentran este diagnóstico; ellos les informan a los padres. La mayoría de los niños lo pueden tener en la etapa de crecimiento. Lo que deben hacer es pasar por un cardiólogo para determinar el tratamiento a seguir”, indicó Ponce.
Soplos funcionales en el corazón de los niños
Un soplo funcional es el sonido de un flujo de sangre normal, que circula a través de un corazón sano de manera común. Cuando el niño tiene fiebre, la circulación sanguínea se acelera aún más y el soplo puede hacerse intenso y oírse con mayor facilidad. Este es producto de un corazón normal y saludable, puede aparecer y desaparecer a lo largo de la infancia y suele desaparecer por sí solo a medida que el niño va creciendo y no supone ningún riesgo para la salud.
Soplos orgánicos en el corazón de los bebés y niños
Son los soplos que reflejan una enfermedad del corazón y se originan en el sitio donde se encuentra la anomalía cardíaca. A estos se les llama orgánicos y son permanentes. Cuando el niño tiene este tipo de soplo, generalmente (aunque no siempre) manifiesta otros problemas: suda mucho, no crece adecuadamente, respira rápido, se cansa fácilmente o se pone morado al llorar o al hacer algún esfuerzo.
Para decidir si el soplo es funcional u orgánico, el médico se apoyará en el resultado de una radiografía del tórax para evaluar el tamaño del corazón y, en caso de duda, recurrirá al cardiólogo pediatra, quien añadirá a su valoración un electrocardiograma o un ecocardiograma que proporciona una completa y precisa información de la estructura y función del corazón.