Reflujo gastroesofágico: Una afección que puede aparecer en cualquier etapa de la vida
El jefe del servicio de Otorrinolaringología del hospital Padilla, doctor Enrique Zevallos López, habló acerca de la patología que afecta tanto a niños como a adultos, sus principales consecuencias e instó a llevar una dieta saludable para evitar complicaciones.
En este sentido el especialista explicó que el reflujo gastroesofágico es el resultado del flujo del jugo gástrico al esófago, faringe, laringe e incluso a la nariz y senos paranasales y que se trata de una patología de alta frecuencia que ocurre como consecuencia de una insuficiencia de la válvula gastroesofágica, así como también puede tener lugar a raíz de una serie de condiciones higiénico-dietéticas que pueden ocurrirle al paciente.
«En nuestro servicio la incidencia de consultas por irritaciones faríngeas o faringitis que son ocasionadas por reflujo gastroesofágico es de un 30 por ciento», sostuvo el profesional, en tanto agregó que la incontinencia o insuficiencia de la válvula gastroesofágica es más frecuente en mujeres que en hombres y especialmente como consecuencia de la presión abdominal que se realiza durante el embarazo, lo cual provoca una dilatación del hiato del diafragma que permite que tengan lugar hernias hiatales y reflujos.
«El aumento de peso puede ser otra causa de la patología, ya que el crecimiento del abdomen puede provocar el reflujo. Así también el tipo de dieta, el consumo en abundancia de comidas de difícil digestión, de cosas dulces y bebidas gaseosas provoca mayor distensión abdominal y el hábito de acostarse inmediatamente después de comer, ya que no se le da tiempo suficiente al estómago de evacuarse y eso predispone a la producción del reflujo», detalló.
La detección suele realizarse a partir de que el paciente concurre a la consulta y manifiesta una sensación de cuerpo extraño en la garganta, flemas, carraspeo o secreción que provoca un ronquido que tiende a llevar a la persona a necesitar aclarar la voz de alguna manera, lo cual suele ser consecuencia de la irritación que produce el jugo gástrico en la faringe y corona laríngea.
«Muchas veces se considera que el paciente tiene una laringitis y se le indican incluso antinflamatorios o antibióticos y ese tratamiento no sólo no alivia sino que empeora el cuadro provocando aún mayor irritación o reflujo», dijo Zevallos López y agregó que la tos y los ahogos nocturnos también pueden ser motivos de consulta, especialmente en estos tiempos de pandemia.
Respecto a las formas de prevención o tratamiento el especialista hizo especial hincapié en el cuidado de las medidas higiénico-dietéticas y las puso al mismo nivel de importancia que la adhesión al tratamiento médico.
«No hay que acostarse inmediatamente después de comer, se puede elevar un poco los pies de la cabecera de la cama para que esa inclinación ayude a que no se produzca o disminuya el reflujo, las comidas deben ser de poca cantidad y varias veces al día, se debe emplear la medicación indicada que generalmente son antiácidos y sobre todo evitar aquellas comidas que ya se reconoce provocan reflujo en el paciente», recomendó.