Relanzamiento de la Escuela de Pacientes del Hospital Avellaneda
Tras el periodo de contingencia del dengue, el Hospital Avellaneda relanzó sus diferentes aulas de la Escuela de Pacientes, con presentación de stands y un acto de reapertura.
La directora de la Escuela de Pacientes del Hospital Avellaneda, doctora Marcela Collante, comentó que es una alegría poder retomar la actividad regular del espacio, que se vio modificado por la situación epidemiológica del dengue, que requirió de redoblar los esfuerzos de los equipos de salud para dar respuestas plenas a la comunidad: “Hoy retomamos y presentamos diferentes stands, ya que contamos con más de 13 aulas de diferentes especialidades, como cesación tabáquica y EPOC, asma, reumatología, endometriosis, enfermedades alérgicas, celiaquía, embarazadas, parto y puerperio, post Covid, actividad física adaptada, diabetes de adultos y diabetes infanto juvenil, que es un aula que nos da muchas satisfacciones, porque comenzó con muy pocos pacientes y hoy cuenta con más de 40 participantes”.
De la jornada participaron pacientes, autoridades y especialistas médicos de diferentes ramas: “La Escuela de Pacientes es un espacio muy importante, porque educamos pares, estos pacientes que aprenden de los profesionales y vuelcan a la sociedad su conocimiento, son como soldados que salen a la calle a ayudar a otras personas y asistirse mutuamente. Esta educación de pares, poder acompañarse, contar con la actividad física adaptada como sostén de todas las aulas, es fundamental. Las tareas se desarrollan en la escuela de marzo a diciembre y constituyen un espacio muy útil y abierto a toda la comunidad, importante para trabajar en prevención”.
El coordinador provincial de la Escuela de Pacientes, profesor de educación física Gustavo Toledo, sostuvo que se trabaja para difundir los beneficios de esta iniciativa y que cada vez se replique más en otros espacios donde la gente pueda ir a aprender, conocer sobre su condición de salud y mejorarla: “Quisiéramos que mejoren también sus entornos laborales, la alimentación en sus casas, que aprendan a hacer actividad física. En el hospital Avellaneda, estamos relanzando la escuela este año, ya que debido a la epidemia de dengue habíamos parado y teníamos que tener cuidado porque había mucha gente que estaba enferma con alguna comorbilidad y no podían venir al hospital, estuvimos mandando todo el tiempo videos para que puedan hacer actividad física en sus casas para que conserven su salud”.
“Hoy es un día de alegría, estamos muy contentos porque volvemos a reencontrarnos, algo que ya nos pasó con la pandemia cuando nos tuvimos que separar y nos dimos cuenta que los lazos y la contención generados nos hacían falta. Hoy estamos de nuevo aquí y está pasando lo mismo en los otros hospitales, policlínicas y Caps donde se está trabajando con escuelas de pacientes”, refirió Toledo al tiempo que destacó la calidez y la empatía que tiene el equipo de salud para contener a las personas que se acercan e incentivarlos a los cambios de hábitos.
Siguiendo esta línea el profesor resaltó que la Escuela de Pacientes tiene la capacidad de brindar aportes positivos no farmacológicos: “Queremos incentivar el no llegar a los hospitales y a las policlínicas en situaciones extremas de estrés, sino que puedan llegar en forma amigable, para aprender a hacer actividad física, recrearse, hay una huerta hermosa que tenemos en el hospital y estamos promocionando más huertas en otros lugares donde hay espacio, porque eso también es parte de la labor terapia y es importante, sobre todo para la gente que tiene adicciones o para la gente que necesita sentir que produce y después lo llevan y replican en sus casas, genera una sensación hermosa poder cosechar lo que uno ha cultivado, así que esa es la idea y por eso invitamos a todos a que se sumen, esto es gratuito”.
Gabriela Amaya es paciente de la sala de cesación tabáquica y EPOC que se encuentra abierta los jueves de 10 a 12 horas. Contó que lleva 10 años participando de los talleres de diabetes y otros donde logró incluso hacer amigas: “Tengo compañeras que también están en el aula de reuma y de diabetes. Yo llegué por derivación del neumonólogo, llevaba mucho tiempo fumando y tenía muchas recaídas, ya había estado internada muy grave, entonces me mandó a un especialista y me dijo sugirió la escuela de pacientes para dejar de fumar. Yo antes, en un año, tenía por lo menos 15 internaciones por mis varias crisis respiratorias, y eso se fue, en estos últimos 5 años apenas me resfrío o tengo pequeñas crisis que son más que nada secuelas que dejó tanto el cigarro como el Covid y otras enfermedades, pero el hospital hace rehabilitación cardiopulmonar, lo que me ayudó un montón para mejorar mi calidad de vida”.
Verónica Montenegro, es alumna de la sala de Artritis Reumatoidea de la Escuela de Pacientes hace cinco años y comentó que notó cambios en todo en su vida: “He aprendido a valorarme a mí misma y a pesar de que yo padezco artritis, no me condiciona ni me limita. Yo me dedicaba a la pastelería y he descubierto otras cosas que puedo hacer, es muy bueno, me hace feliz y le recomiendo a todos, principalmente a las personas que se encuentran solas, que vengan, acá van a encontrar seguro una familia y se van a sentir muy bien”.