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Taller de cocina antinflamatoria mejora la calidad de vida de pacientes con endometriosis en el Hospital Avellaneda

Con una mirada integral y humana, el Ministerio de Salud Pública, bajo la conducción del doctor Luis Medina Ruiz, impulsa espacios de educación y cuidado para personas con endometriosis. El reciente taller de dieta antinflamatoria es un claro ejemplo del compromiso con la salud y el bienestar.

En el marco de la Escuela de Pacientes del Hospital Avellaneda, se llevó a cabo un taller de alimentación antinflamatoria destinado a personas que conviven con endometriosis, una enfermedad crónica que afecta a millones de mujeres y que, muchas veces, se vive en silencio. Esta iniciativa forma parte del Programa Provincial de Endometriosis, coordinado por el Ministerio de Salud Pública a cargo del doctor Luis Medina Ruiz, que continúa consolidando su enfoque integral y humano en el abordaje de patologías complejas.

El taller fue conducido por un equipo multidisciplinario integrado por profesionales de la psicología, enfermería, educación física y nutrición, y contó con la participación activa de pacientes, quienes no solo recibieron información teórica, sino que pusieron manos a la obra en una jornada práctica de cocina saludable.

El doctor Diego Martín Rongetti, médico ginecólogo y referente del Aula de Endometriosis, explicó la importancia de la iniciativa: “La endometriosis es una enfermedad que genera mucha inflamación y dolor. Con este tipo de actividades buscamos que las pacientes incorporen herramientas concretas para mejorar su calidad de vida. Este taller no es solo una clase, es una experiencia vivencial que pueden llevarse a casa y replicar en su día a día.”

Desde marzo, el Aula de Endometriosis ha retomado sus actividades con un enfoque holístico que abarca tanto tratamientos médicos como el acompañamiento emocional y la educación alimentaria. En ese sentido, la licenciada Fabiana Fiori Toril, nutricionista del Servicio de Alimentación del hospital, remarcó: “Más allá de aprender recetas, se trata de cambiar hábitos. Comer lo hacemos todos los días y elegir bien puede marcar una gran diferencia en la evolución de la enfermedad. Además, como profesional y como paciente con endometriosis, puedo decir que una alimentación adecuada reduce considerablemente el dolor y la inflamación.”

Uno de los momentos más valorados por las participantes fue la clase práctica a cargo de Diego La Ruffa, chef del Ministerio de Salud Pública, quien ofreció alternativas culinarias accesibles, nutritivas y adaptadas a las restricciones alimentarias de la enfermedad: “Hoy les enseñé a hacer harinas caseras, como la de arroz, almendra y palta, para que puedan reducir costos y acceder a productos más saludables. Lo importante es que ellas participen, que toquen, huelan, prueben, que se animen a salir de la monotonía y descubran que comer bien también puede ser delicioso y creativo.”

Este tipo de acciones impulsadas por el Ministerio no solo brindan herramientas concretas a las personas, sino que refuerzan el mensaje de que la salud pública no es solo asistencia médica, sino también prevención, educación y contención.

Bajo la guía del doctor Luis Medina Ruiz, Tucumán avanza hacia una salud más cercana, inclusiva y transformadora, donde cada paciente es protagonista activo de su proceso de bienestar. El compromiso con la Escuela de Pacientes es una muestra tangible de que cuando hay políticas sanitarias con perspectiva humana, los cambios son posibles y duraderos.