Tucumán tendrá un centro terapéutico para pacientes con Trastornos del Espectro Autismo
Será la primera provincia del NOA que incluirá en su Sistema de Salud Pública la atención integral para personas que sean diagnosticadas con esta patología. Esto reforzará el servicio, gratuito, que ya presta el hospital Nicolás Avellaneda.
La ministra de Salud, doctora Rossana Chahla, recibió en su despacho al legislador, Eduardo Bourlé, al director del hospital Avellaneda, doctor Luis Medina Ruíz, a la directora general de Recursos Físicos, arquitecta Leticia Pulido, a la directora de la Junta de Discapacidad, doctora Hortencia Juárez, y a un grupo de madres de la Fundación Azul CEA.
El autismo es una condición que afecta a tres áreas: interacción social, comunicación y lenguaje y patrones o conductas repetitivas y restrictivas. El hospital Avellaneda cuenta con un servicio de Maduración y Desarrollo Infantil con el Programa de Autismo, que recientemente sumó dos profesionales más de Buenos Aires, el psicólogo Federico Canizzaro, y la psicopedagoga Jorgelina Cebey.
El legislador Eduardo Bourlé prepara un proyecto de ley para la construcción de un centro en el barrio Jardín, que reforzará la atención integral a pacientes con TEA. “Será un lugar para que los chicos puedan reintegrarse a la sociedad. Estamos avanzando muy rápido en esto, gracias a la dedicación de la ministra Chahla, de su equipo, que se encuentra disponible en todo momento, por lo que esperamos que en un corto tiempo comencemos a desarrollarlo”, destacó el parlamentario.
Esto mejorará la asistencia a pacientes con CEA, que ya pueden acceder al servicio que presta el hospital Avellaneda. Federizo Canizzaro contó: “No conocía ningún servicio público y gratuito así, con un gran grupo de profesionales con mucha vocación y empatía. El centro es una oportunidad única. Hoy el diagnóstico del TEA incluye una batería de estudios que pueden ser muy costosos y muchos papás no pueden pagarlo”.
El trabajo de los profesionales no sólo se circunscribe al paciente, también alcanza a su familia, por eso tras el diagnóstico hay un seguimiento continuo al grupo, se los asesora permanentemente.
Mónica Rodríguez es mamá de Juan Cruz, de 12 años, con TEA, integra la Fundación Azul CEA que cada vez suma más mamás. “Estamos muy contentas, esto es una lucha de muchos años. Necesitábamos algo público, que abarque todos los espectros, a chicos de toda la provincia, y también de todas las edades”, resaltó.
Son muchas las personas que todavía no tienen diagnóstico, sobre todo jóvenes y adultos. La detección del TEA es más fácil en niños pequeños. “Es un tema muy complicado. Hay muchos especialistas que no pueden brindarles la contención que ellos requieren”, añadió Rodríguez. Esperan, con el centro, subsanar esto, trabajando sobre todo en la reinserción social de pacientes que padecen este trastorno, personas con mucho potencial, que no están apropiadamente contenidos.