Un paciente de 9 meses recibió la primera microcirugía de plexo braquial en el Sistema Público de Salud
El plexo braquial es una red de nervios que envía señales desde la columna vertebral hasta el hombro, el brazo y la mano, que cuando se daña puede provocar brazo flácido o paralizado, falta de control muscular en el brazo, la mano o la muñeca. La traumatóloga ortopedista infantil del hospital Avellaneda, doctora Sabrina Soledad Campero, brindó detalles sobre la microintervención pediátrica que se realizó en la institución en un niño de 9 meses por primera vez en el sistema público sanitario.
La especialista refirió que lo que se trata es una lesión que se produce durante el trabajo de parto: “Cuando los niños nacen y se presenta alguna dificultad en el canal de parto, muchas veces se generan estas lesiones de plexo braquial, que en la mayoría de los casos se recuperan de forma espontánea, pero en aquel porcentaje que no, se indica esta reparación quirúrgica” dijo.
Dicha intervención requiere de instrumental para microcirugía y lupas que posibiliten el aumento visual del campo donde se realizará el tratamiento, comentó Campero, al tiempo que destacó no solo la posibilidad de contar con el equipamiento, sino la colaboración de profesionales como el doctor Claudio Brahim que no es miembro del sistema público de salud, pero que ofreció su experiencia en el área desinteresadamente en pos de un exitoso abordaje para el paciente.
“Si bien las lesiones de plexo braquial son relativamente frecuentes, son pocos los casos en los que se necesita de reparación quirúrgica ya que en la mayoría de los casos el nervio se reconstituye por sí solo. Aun así en todos los casos los pacientes requieren posteriormente de rehabilitación, kinesioterapia y de un acompañamiento integral para su recuperación”, sostuvo la profesional y destacó la labor del servicio de Rehabilitación con el que cuenta el hospital Avellaneda. |
Siguiendo esta línea la médica explicó que en caso de no ser posible la intervención el paciente sufriría secuelas graves que incluyen la imposibilidad de flexionar su codo, de llevar la mano a la boca, de elevar el hombro y de rotación externa.
“En muchos casos los pacientes acceden tarde y ya no se puede realizar esta microcirugía. Ante esas situaciones terminamos realizando cirugías para tratar las secuelas como realineaciones, osteotomías, reposicionamientos y la idea es no llegar a esas etapas, sino arribar a diagnósticos tempranos para la parálisis braquial y brindar el acompañamiento necesario”, reflexionó Campero a la vez que enfatizó la importancia de la intervención en el procedimiento del equipo de Anestesia Pediátrica -conformado por la doctora Susana Cruzado y el doctor Gustavo Campos– que posibilita la prosecución de cirugías de alta complejidad.