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Una paciente con ataxia de Friedreich recupera calidad de vida gracias al servicio público de rehabilitación

La historia de Jazmín Casandra Lago, presidente de la Fundación Ataxias, emociona y visibiliza el impacto real que tiene el sistema público de salud cuando cuenta con recursos técnicos adecuados y equipos humanos comprometidos.

Jazmín realiza su tratamiento en el Servicio de Rehabilitación del Hospital Avellaneda y, según relata, en tan solo un mes notó una evolución que no había experimentado en años: “Hoy rompí un récord, estoy hace una hora parada”, cuenta con una sonrisa que refleja orgullo y alivio. Su enfermedad afecta progresivamente los músculos del cuerpo, por lo que lograr mantenerse de pie representa un enorme avance.

En sus propias palabras, no es solo el resultado físico lo que valora, sino también la contención: “Esto no es algo que digo por decir. Desde el primer día, cuando estuve media hora en el bipedestador, noté más fuerza. Hay mucha gente que trabaja con pasión y con corazón. No estoy acá por ser presidente de una fundación, estoy acá porque soy ciudadana”.

El tratamiento que recibe es coordinado por el kinesiólogo Matías vionnet, quien explicó que se trabaja en el control de tronco, el equilibrio y la marcha. “Ella llegó en silla de ruedas y ya estamos logrando ponerla de pie. Es un proceso nuevo, pero con mucho potencial”, sostuvo.

Olga Berboff de Lago, su mamá, también expresó su agradecimiento: “Queríamos decir públicamente lo felices que estamos. Llegamos al hospital luego de recorrer varios lugares, y acá encontramos un equipo humano tremendo y la tecnología necesaria. El bipedestador le cambió la vida”.

El ministro de Salud Pública, doctor Luis Medina Ruiz, estuvo presente durante la visita al hospital, acompañando el testimonio de Jazmín y su familia. El trabajo articulado del Ministerio con los servicios hospitalarios ha permitido que el Hospital Avellaneda cuente con infraestructura de alta complejidad y profesionales capacitados para brindar respuestas reales a las necesidades de los pacientes.

Casos como el de Jazmín reflejan una política pública activa, que pone al sistema de salud como un lugar de recuperación, dignidad y esperanza. En palabras de la propia paciente: “Este lugar me está ayudando a tener calidad de vida. Invito a quienes no conocen que se animen a venir”.