Unas horas de ‘dulce hogar’ para Liliana
Como resultado de un gran operativo médico, el Hospital Ángel C. Padilla llevó por unas horas a su casa a una paciente de la terapia intensiva que padece esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
Liliana Carranza está internada en la UCI1 de este efector desde julio del año pasado. Sufre una enfermedad neuromuscular y desde esa fecha es dependiente de la asistencia respiratoria mecánica. Ella está cuadripléjica y la única movilidad de su cuerpo es a nivel de su cabeza.
Padece de ELA, una enfermedad que afecta a las neuronas en el cerebro, el tronco cerebral y la médula espinal, que controlan el movimiento de los músculos voluntarios. Desde el momento que su patología fue diagnosticada, el caso de Liliana en el hospital fue tratado de manera especial, no solo por su juventud (37 años), sino también porque está totalmente lúcida y necesita de la atención constante de su familia, médicos y enfermeros.
En el marco de las actividades para la humanización de las terapias, que se realizan en el efector, en la jornada de hoy llevaron a Liliana a su hogar para visitar a su familia por unas horas en el paraje ‘La Marta’ en el departamento Burruyacú.
El operativo fue programado con meses de antelación y pensado en su bienestar psicológico, ya que la paciente no volvía a su casa desde hacía 11 meses. Para esto el equipo de médicos, enfermeros y kinesiólogos del efector debieron trasladar una serie de equipos, como ser la asistencia respiratoria mecánica, monitores multi paramédicos y todo lo necesario para brindarle seguridad en el viaje y la estadía en su hogar.
En ‘La Marta’ Liliana fue recibida de gran manera por toda su familia y vecinos, pudo estar en intimidad con sus seres queridos mientras que un equipo de más de 20 profesionales resguardaban en otra habitación por su salud atentos a cualquier complicación que se pudiera presentar. Asimismo el personal del efector fue recibido en el paraje de manera afectuosa. La familia los agasajó con un almuerzo en agradecimiento por grandioso regalo: Liliana en casa. Como broche de oro, unos mariachis sorprendieron a la paciente dedicándole canciones y alegrando a la familia entera, en lo que terminó siendo una verdadera una fiesta.
La familia unida contra la adversidad de una cruel enfermedad
Orlando Nieva tiene 47 años y es el marido de Liliana. Son padres de cuatro hijos: dos mujeres y dos varones. Su familia quedó fragmentada luego de la internación de su mujer, igualmente se organizan todos los días para visitarla. Su hijo más chico, Luis, de 13 años, vista a su mamá todos los domingos con un permiso especial (que también forma parte de la humanización de las terapias), mientras que los otros tres se turnan con Orlando durante la semana.
Teniendo en cuenta el tiempo que Liliana lleva internada, esta rutina es bastante sacrificada para todos en su casa, sobre todo por las distancias a su domicilio. Sin embargo, jamás dejaron de acompañarla todos los días las 24 horas (excepción que también fue contemplada para esta paciente en la UCI1). “Mi mujer antes era una ama de casa normal. Cuidaba de sus hijos y vivíamos muy unidos. En julio del año pasado fue internada en terapia intensiva y desde ese momento no volvió a su casa… hasta hoy, y es algo increíble y hermoso. Es una alegría volver a tenerla aquí, aunque sea por unas horas. Estoy agradecido a este equipo de profesionales que hizo un gran esfuerzo para hacer esto posible. Siempre trabajaron para dar tranquilidad al paciente y a los familiares”, expresó Orlando.
Micaela Nieva, de 19 años, es hija mayor de Liliana y cuenta que su vida cambió desde que su mamá está en el Padilla. Ahora debe cuidar a sus hermanos y colaborar con la atención de su madre. “Es una experiencia muy linda volver a tener a mi mamá en casa después de once meses. Hoy estamos juntos como familia y es algo muy lindo porque hace mucho tiempo no sentía esto. Es enorme el agradecimiento que sentimos por el hospital. Sabemos que no es fácil sacar a un paciente de terapia intensiva y creo que esto le hará muy bien psicológicamente. Tener nuevamente a mi madre aquí en casa es algo que nunca esperamos, realmente es un regalo de dios”, se explayó.